EL NACIONAL
Sociólogos y activistas de derechos humanos prevén que los reclamos sociales desplazarán las laborales porque la población no puede satisfacer sus necesidades básicas
ISAYEN HERRERA
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La semana comenzó con cinco protestas en Caracas, Carrizal y Vargas por deficiencias en servicios. El lunes, la falta de agua por dos semanas movilizó a los vecinos a las calles de la zona popular Las Tunitas, en el estado Vargas. La misma razón la tuvieron los habitantes del barrio 5 de Julio de Petare, La Urbina y Terrazas del Ávila, que cerraron la autopista Francisco Fajardo porque desde hace mes y medio no reciben suministro. En ambas manifestaciones hubo barricadas y represión policial para disolver la demanda de un mejor servicio.
Ese mismo lunes en la Panamericana, a la altura de Carrizal en los Altos Mirandinos, un grupo de motorizados obstaculizó el tránsito, pero su reclamo fue la inseguridad. En la noche los vecinos de Chacao se asomaron en las ventanas de sus casas en plena penumbra y comenzaron un cacerolazo porque estuvieron todo el día sin luz ni agua por una fuga de gas que averió una subestación eléctrica. Ayer otro grupo de personas trancó la Valle-Coche por desalojos de viviendas en Fuerte Tiuna.
La socióloga Mabel Mundó ve en su diagnóstico una sociedad alterada. “Es verdad que los conflictos laborales eran más comunes, pero ahora hay frustración por no poder satisfacer necesidades básicas. Está afectada la educación, salud, alimentación, agua y luz. Es lógico un proceso de frustración que desencadena, además, represión”.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó en que en 2015 hubo 5.851 protestas, de las cuales 82% se debieron a derechos sociales. Ese año hubo 1.331 más protestas por demanda de derechos económicos, sociales y culturales que en 2014. Específicamente, los reclamos por vivienda y servicios fueron la segunda causa de movilizaciones a la calle, con 1.542 reportes después de los reclamos laborales.
Marino Alvarado, defensor de derechos humanos, pronosticó que este año las molestias por deficiencias en servicios reflejan una tendencia a posicionarla como primera causa de acciones de calle, sin distingo de clase social y, además, por todo el territorio nacional.
“Desde hace algunos años se repiten en el país las protestas por agua y electricidad, pero este año, debido a las declaraciones de emergencia en general y pérdida de calidad de vida, la tendencia es a un mayor índice de conflicto. La particularidad es que son protestas con cierto nivel de radicalidad. Si el gobierno reprime se verá un escenario difícil”, explicó Alvarado.
Venezuela es uno de los países con más conflictividad social en la región. Se calculó un promedio de más de 480 protestas por mes; es decir, 16 diarias en todo el país.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social ha documentado 30.368 protestas en los últimos 5 años, que da un promedio de más de 6.000 por año, siendo 2014 y 2015 los más agitados.
http://www.el-nacional.com/sociedad/protestas-registraron-dias-falta-seguridad_0_799120282.html