El guiso de Termozulia IV

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

 

Por Daniela García / Maracaibo / dgarcia@laverdad.com

Sobreprecios y comisiones empañan la construcción de la planta. La obra que según Corpoelec costó $ 140,4 millones, no debió hacerse por más de $ 95 millones, de acuerdo con José Aguilar, consultor internacional

 

Una obra de «la revolución» para beneficiar a «30 mil familias», así describe el Ministerio de Energía Eléctrica a la central Termozulia IV, ubicada en el Complejo Termozulia en La Cañada de Urdaneta.

El proyecto no solo favoreció a las comunidades. También enriqueció a quienes hicieron negocios con su construcción. Sobreprecios y pago de comisiones son algunas de las irregularidades que envuelven a la planta.

La termoeléctrica, que tiene una capacidad para generar 168,8 megavatios (Mw), está conformada por dos máquinas: la TZ10 y la TZ11, de 84,4 Mw cada una.

El proyecto que se culminó en 2010 se hizo por $ 140,4 millones, de acuerdo con las memorias y cuentas del despacho de energía.

Resúmenes ejecutivos de proyectos de marzo de 2013 especifican que los costos se ubicaron en 131,9 millones dólares para la generación y 8,5 millones dólares para la transmisión.

La construcción de la planta estuvo a cargo de Energy Parts Solutions (EPS), empresa estadounidense propiedad de la también norteamericana ProEnergy Services, contratada por la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).

La estatal le encargó a la compañía extranjera el proceso de procura en el exterior de los dos equipos de 84,4 megavatios, así como su instalación y la construcción de la planta en Venezuela.

Irregularidades

Energy Parts Solutions le vendió a la corporación dos turbogeneradores marca General Electric Modelo 7121, en $ 66 millones (33 millones cada uno), según el contrato CORPOELEC-00004 firmado el 4 de febrero de 2009.

El documento fue suscrito por el general Hipólito Izquierdo, entonces presidente de Corpoelec, y Jeffrey Canon, representante de la contratista norteamericana.

Los dos equipos antes de ser instalados en Termozulia IV tenían nueve años de manufactura y eran usados con pocas horas de funcionamiento en la planta Southaven en Misisipi, Estados Unidos.

Energy Parts Solutions le compró a su entonces dueño, la empresa BTEC Shareholder, los equipos para vendérselos a Corpoelec para la central zuliana.

La Ingeniería, Procura y Construcción (IPC) de Termozulia IV fue realizada por la misma empresa estadounidense, de acuerdo con el contrato CORPOELEC-012, firmado el 25 de septiembre de 2009 por Izquierdo y Canon.

El documento especifica que el proyecto se acordó por $ 51,8 millones, más Bs. 19,7 millones (9,2 millones de dólares, según la tasa de cambio de 2,15 vigente para la fecha); es decir, un total de $ 61 millones.

Recibos obtenidos por La Verdad revelan que del monto cancelado por Corpoelec para la construcción, EPS destinó 9,3 millones para el pago de «comisiones» a dos personas que no aparecen en el contrato: Khaled Khalil (ocho millones) y Omar Petit (1,3 millones).

Inconsistencias

Al sumar los $ 66 millones que se pagaron por los equipos, los $ 61 millones que se cancelaron por la construcción de la planta y los 8,5 millones para la transmisión, Termozulia IV tuvo un costo de $ 135,5 millones.

La corporación reportó que el proyecto salió en $ 140,4 millones, monto que es 4,9 millones de dólares superior al reflejado en los soportes.

La cifra de $ 4,9 millones, no explicable por la empresa, se une a los $ 9,3 millones que se pagaron por «comisiones», por lo que en total surgen irregularidades por $ 14,2 millones.

Sobreprecios

Para José Aguilar, consultor internacional de energía, los equipos y construcción de la planta Termozulia IV no debieron costar más de $ 95 millones. «En el proyecto hubo un sobreprecio de $ 45,4 millones o 48 por ciento».

Afirma que los equipos usados por los que Corpoelec pagó $ 33 millones, son vendidos nuevos por el fabricante en $ 28 millones, lo que indica que para el país habría sido más rentable adquirir las máquinas para estrenar.

Energy Parts Solutions compró cada unidad en $ 21,9 millones, pero les invirtió $ 2,5 millones para la conversión a diésel, para un costo total de $ 24,4 millones, sin embargo, se las vendió en $ 33 millones a Venezuela.

«El propio fabricante General Electric no puede vender las turbinas nuevas por esa cantidad en ninguna parte del mundo», asegura el experto.

Critica que mientras a los usuarios se les aumentan las tarifas y se acumulan deudas con trabajadores, el ministerio y Corpoelec «pagan cifras exorbitantes por la adquisición de equipos usados y por la construcción de plantas».

El analista considera que existe «un caso evidente de corrupción» en la construcción de la termoeléctrica zuliana, que a su juicio debe ser investigado tanto por las autoridades venezolanas como estadounidenses.

Sin respuestas

Energy Parts Solutions es una empresa domiciliada en Missouri, Estados Unidos, registrada en el Departamento de Estado bajo el número LC0834011 el 8 de marzo de 2007. Aunque no está inscrita en el Registro Nacional de Contratistas (RNC) venezolano, el sistema indica que tiene una oficina en Caracas, en Los Caobos, y que su responsable es Brett Bettinger. La Verdad intentó contactarlo, pero no fue posible.

ProEnergy, la matriz, posee una empresa en el país bajo el nombre ProEnergy Services Venezuela. La compañía no está registrada en el RNC, sin embargo, el sistema arroja que también tiene una sede en Los Caobos, en Caracas.

Este rotativo intentó comunicarse con Jeffrey Canon, presidente de la contratista, tanto en su oficina en Estados Unidos como en la de Venezuela, para solicitar información sobre el concepto por el cual se pagaron nueve millones 300 mil dólares en comisiones a terceros por la construcción de Termozulia IV, pero no hubo una respuesta.

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