Crónica Uno
El apagón parcial y corto del 2 de agosto dejó a Venezuela sin 800 de sus casi 12.000 MW y sin luz a más de 20 sectores de Caracas y algunos estados. Especialistas advierten el avance y severidad de la crisis eléctrica nacional y censuran que la AN esté conectada con una petición empresarial de financiamiento para atender la emergencia solo en el estado Nueva Esparta.
Caracas. La falla eléctrica que afectó parte de Venezuela el 2 de agosto, la segunda en menos de 20 días, le apagó al país 800 de sus casi 12.000 MW que tres días más tarde los operadores no terminaban de recuperar.
La cantidad de potencia perdida equivale a dos veces y medio la que consume toda la población de Nueva Esparta estimada por el INE en 650.293. O las de los estados andinos Mérida, Táchira y Trujillo juntos. Y delata el avance, como una chispa, de la vulnerabilidad del Sistema Eléctrico Nacional.
Corpoelec informó un día después que la falla ocurrió en un transformador de la subestación Tacoa, ubicada en la costa oeste de La Guaira, a las 5:30 p. m.
#Ahora || Gracias a las acciones realizadas por la fuerza trabajadora de Corpoelec, se logró restablecer el servicio en sectores de Caracas, tras evento ocurrido en la S/E Tacoa.
Las cuadrillas continúan en maniobras para recuperar el sistema en zonas del estado La Guaira. pic.twitter.com/1h53wvIBS7
— CORPOELEC Informa (@CorpoelecInfo) August 2, 2021
Sin embargo, fuentes vinculadas al sector indican que desde la madrugada ocurrieron varios sucesos técnicos en cascada que devinieron apagón. Una de las líneas de 765 kilovoltios que pasa por las estaciones Malena y San Gerónimo B, ubicadas en Bolívar y en Guárico, entró en presión.
Lo grave es que estas líneas salen del complejo hidroeléctrico del Guri, que es la única fuente de suministro de energía eléctrica del que depende en la actualidad todo el territorio nacional ante la falta del sistema termoeléctrico, señalan.
“El suministro de electricidad, principalmente para Caracas, está en salsa. Este apagón es indicativo de lo grave que está el sistema eléctrico”, dice el ingeniero y consultor José Aguilar, y advierte que de ser exacta la información “puede ser el preludio de nuevas y más graves fallas”.
Buscan resolver la crisis eléctrica en Nueva Esparta
Mientras la crisis eléctrica avanza por todo el país, en la Asamblea Nacional se evalúa una petición empresarial particular: reactivar un nuevo endeudamiento con la Corporación Andina de Fomento (CAF) por 20 millones de dólares para incorporar al estado Nueva Esparta entre 120 y 130 MW de generación eléctrica. Una reedición de la iniciativa impulsada por el Grupo Boston en 2019 por 350 millones de dólares y que la AN presidida por Juan Guaidó negó, por considerarla “irregular”.
La pertinencia de esta iniciativa para atender una emergencia regional, en medio de la exigencia nacional de energía eléctrica, no parece lógica para algunos especialistas, entre ellos Aguilar, y está ocasionando una suerte de cortocircuito en sectores vinculados a la electricidad.
El vicepresidente de la Comisión de Energía y Petróleo del parlamento, Oscar Ronderos, confirmó los contactos que grupos neoespartanos iniciaron con la AN. No obstante, precisó que acudir a la CAF es apenas una opción que considera el sector comercial, debido a que una solicitud formal solo compete al Estado y no al sector privado. La otra es privatizar el servicio eléctrico en la isla.
Justificó, de todas formas, la petición del financiamiento, aunque ve poco probable que prospere por una razón: la República está en default desde 2020. Además, la CAF tendrá como nuevo presidente al colombiano Sergio Díaz-Granado, a quien vinculan con el mandatario Iván Duque, a partir del 1° de septiembre.
Emergencia eléctrica en Nueva Esparta
“La situación de Nueva Esparta pareciera bastante grave y requiere atención de emergencia”, apunta el diputado opositor margariteño. “En la actualidad dispone de 160 MW, cuando en realidad necesita por lo menos 250 MW y debería contar en situaciones óptimas con 400 para cubrir a toda la población”.
Ronderos explicó que existen dos plantas termoeléctricas de la isla: la Juan Bautista Arismendi y la Luisa Cáceres de Arismendi, Solo esta última se encuentra operativa, pero produce 90 MW a pesar de que su capacidad es para 250 MW. “Allí los apagones son de cuatro a cinco horas diarias. En Caracas, en cambio, se ve un apagón de dos horas en una situación extraordinaria”.
A pesar de que la frecuencia de apagones en Margarita es muy similar a la que registra diariamente el municipio Los Salias (San Antonio de Los Altos), en Miranda, señala que en la primera las fallas tienen mucho más tiempo padeciéndose, mientras que en Caracas, centro del poder nacional, los caraqueños “están apenas comenzando a padecerlo. “Y bueno, cada quien intenta buscar soluciones a su problema. Además, resolver la situación del servicio eléctrico nacional es más difícil y requiere de recursos mayores. Y no sé si el Gobierno estará en disposición. La situación es muy grave por las sanciones y por su torpe ejercicio de la actividad económica en general”.
El diputado dejó claro que el rol de la AN sería en principio de mediación frente al Gobierno para que este evalúe la conveniencia de solicitar el crédito. De solicitarse, la AN tendría que aprobar el endeudamiento con la CAF.
Otras opciones para una crisis eléctrica regional
Desde su posición de especialista en el tema eléctrico, Aguilar censura el posible financiamiento para atender un problema regional por encima de la crisis eléctrica nacional. Aunque comparte la preocupación por Nueva Esparta, dice. Y refiere varias opciones que, en su opinión, ayudarían a resolver el problema eléctrico en la isla, sin necesidad de créditos. Sobre todo ante el eventual aumento de la demanda en este mes de agosto, la más alta del año.
“Una solución es buscar las dos turbinas que se compraron a través de la cuestionada empresa Derwick y destinarlas para una de las máquinas de la Juan Bautista Arismendi. Que averigüen dónde están, porque son propiedad de la nación”, emplaza Aguilar, aunque precisa que no es la única opción.
“Otra es una unidad que Sidor tiene funcionando con 60 MW y que no se necesita, puesto que allá abunda la hidroelectricidad. Ese equipo puede trasladarse para esa planta y así podría evitarse el endeudamiento con la CAF. Además, en Sidor hay otra máquina que nunca se encendió. Con estas cuatro opciones para la Juan Bautista Arismendi se puede subir la generación de Margarita”.
Para poner a funcionar la planta Luisa Cacera de Arismendi, el ingeniero sugirió que “saquen las máquinas que están guardadas en los galpones y que están bajo jurisdicción de Pdvsa”. “Que la trasladen a Margarita con gente de Corpoelec que gracias al Señor se parte el pecho por dar un poco más de MW”, recomienda.
Agregó a la lista de faenas para Corpoelec que considere la planta La Mariposa, que tiene a su disposición y que está ubicada en el estado Miranda, cerca del inútil embalse del mismo nombre. “Si estuviese bien reparada daría al menos 45 MW, pero ahora tratan de repararla para que genere 18 MW nada más. ¿Cómo es posible que estén arreglando esa planta que no hace falta cuando se necesitan 85MW en la isla?”.
Buscando luz para el servicio eléctrico nacional
La situación de exclusiva dependencia del país entero con el Guri para asegurar la electricidad apremia y, en consecuencia, la solución debe ser integral e implica necesariamente una decisión urgente por parte del Estado venezolano, coinciden Aguilar y Ronderos.
“El evento evidenció que el sistema está débil, muy mal, aunque la demanda no ha crecido todavía. Y sabe Dios cómo estará a esta hora. No puede ser que un apagón ocurra por un transformador que mañana puede dar problemas en otra subestación”, resiente el ingeniero integrante de un equipo de expertos del interinato de Juan Guaidó y que buscan opciones para el sistema eléctrico en el exterior.
No obstante, observa en el polo opuesto “positivo” que en el apagón al menos “las protecciones actuaron y en 45 minutos las unidades se restablecían. El propósito de la protección es que si actúa con oportunidad el equipo queda seguro y evita que tenga un colapso, una falla catastrófica”.
En la AN dispuestos frente al deterioro eléctrico
Ronderos, por su parte, urge en la necesidad de buscar alternativas como la privatización. “Estoy seguro de que habría sectores económicos interesados en participar en el sector eléctrico”, precisa. No obstante, exhorta al gobierno de Nicolás Maduro a implicarse en la búsqueda de una solución viable. Y agrega que la AN estaría dispuesta a apoyarle.
“El Gobierno tiene un problema muy grave ante sí y debe buscar soluciones. La inversión necesaria parecería no ser la viable porque el Estado no está en condiciones. Nosotros, en condición de oposición en la AN, estamos listos y dispuestos para autorizar cualquier endeudamiento o mecanismo económico que el Gobierno proponga para eso”.
Ronderos adelantó que “es muy probable” que en poco tiempo planteen el problema eléctrico en sesión plenaria. Y también lo harían en el seno de la Comisión de Administración y Servicios que lleva el tema de servicios públicos. “Pero corresponde al gobierno actuar”, insta el diputado.
Mientras, las autoridades eléctricas adelantan desde febrero como único plan concreto la recuperación de transformadores, la instalación de fábricas de repuestos y la captación de personal para potenciar el sistema eléctrico nacional. También intentan impulsar por sus redes la campaña comunicacional “Activa la conciencia con energía y eficiencia”, que dirige a los consumidores de energía “para lograr el uso racional y eficiente de este sistema eléctrico nacional”.