Flash Factótum Ignacianos
Ingº Gustavo González Urdaneta
El sistema eléctrico nacional es inviable; hay que avocarse a su reingeniería integral con responsabilidades y compromisos de largo, mediano y corto plazo; Existen documentos que nos hablan, tanto de la realidad de la crisis eléctrica como nos presentan hojas de ruta posibles para la recuperación del servicio eléctrico del país, el cual es fundamental para mejorar la economía y elevar la calidad de vida de la población.
Está claro que desde todo punto de vista el futuro de los negocios eléctricos en Venezuela todavía está por definirse en los actuales momentos. Tal vez en un par de años, bajo un nuevo régimen político, varias de las incertidumbres e intangibles vigentes a esta fecha estén más claras y valoradas, por lo tanto, mi intención es compartir con ustedes algunas ideas, preocupaciones y esperanzas que complementen lo ya expuesto para la recuperación del negocio eléctrico.
Pensando en forma virtuosa, el concepto de negocio requiere de una regulación transparente, no-discriminatoria ni restrictiva que promueva la libre competencia de generación y la liberalización del mercado, que incentive la inversión para garantizar un suministro confiable y de calidad respetando el equilibrio entre los agentes que permita corregir la crisis actual evitando que cada uno de los pasos delineados en documentos previos, se conviertan en un “Vía Crucis” de más de 14 estaciones.
¿Qué se requiere para lograr recuperar el negocio eléctrico?
Hay muchas formas de iniciar la recuperación, y se me ocurre, que lo primero que tendríamos que preguntarnos es ¿Qué se quiere y Qué queremos como Nación y de las industrias petrolera y eléctrica? Muchos países se han desarrollado sin petróleo (España y Japón) pero ninguno lo ha hecho sin electricidad. Son preguntas abiertas que requieren definición y respuesta de quienes tendrán a su cargo la recuperación del país.
Para recuperar el sector eléctrico, lo primero que toca hacer, aparte de recuperar la infraestructura, es disponer de la información que requiere la Matriz Energética: Fuentes Primarias (Oferta) y Sectores a desarrollar (Demanda). La labor no es fácil pues recuerdo que en el Plan País se mencionaban 16 Sectores que había que atender para recuperar la economía del país y el bienestar de los ciudadanos.
Por el lado de la demanda de los sectores es preciso definir, por el ejemplo, los escenarios de crecimiento del PIB que plantee el nuevo gobierno que permitan definir la demanda eléctrica asociada a los mismos . Por el lado de la oferta (generación) se tiene claro que lo que toca es recuperar parte de la capacidad hidrotérmica disponible, que hay más que suficiente sin necesidad de estar pensando, por los primeros años, en comprar nueva generación. Actualmente el 80% de la oferta es hidroeléctrica, la renovable por excelencia.\
Premisas para la recuperación del sector eléctrico
Cualquiera sea el plan de recuperación que se defina, tiene que subsanar y evitar que se repitan los múltiples factores que a lo largo del periodo 1999-2024 originaron y aún continúan deteriorando la operación del SEN, garantizando se cumplan las siguientes premisas:
- Presencia de una planificación coherente y ausente del factor subjetivo;
- Capacidad y eficiencia total en la ejecución de las obras en general;
- Cumplimiento total del mantenimiento requerido en sistemas tan complejos, como el eléctrico;
- Conocimiento responsable del valor del agua y de la operación de un sistema Hidrotérmico con una alta participación de la hidroelectricidad; y
- Uso eficiente de la cantidad de recursos que se le asignen al sector.
Para hablar del futuro del negocio eléctrico en Venezuela habría que analizar, al menos, seis aspectos:
- Seguridad del suministro en la próxima década,
- Visión de los retos del futuro ¿Cómo diseñarlo?,
- Tendencias sociales y de consumo del servicio,
- La gestión de clientes en el presente y en el futuro,
- Adaptación de las empresas al cambio, y
- Los desafíos en recursos humanos
Dada la prioridad actual de garantizar el suministro hay reglas mínimas a considerar:
(i)Incorporar la energía eléctrica como un elemento prioritario en la política energética a futuro del país y en particular en el desarrollo de la industria del gas.
(ii)La confiabilidad del suministro a largo plazo requiere la presencia de unidades térmicas cuya función principal sea proveer reserva y disminuir el riesgo de racionamiento en años secos, deben crearse incentivos al respecto; y
(iii)La adecuación y desarrollo de una red de transmisión nacional sin restricciones que a su vez minimice las necesidades de energía redespachada.
Entre los retos a enfrentar están los de la “nueva economía”, es decir al reto de crear valor en una “era de intangibles”:
- una economía basada en el conocimiento y en el talento,
- una economía que opera con tecnologías de la información y las comunicaciones; y
- una economía en que la velocidad (tiempo) de la acción es clave.
Las herramientas básicas para enfrentar estos retos de la nueva economía son las tecnologías de la información y será esencial, para las empresas, tener una alta capacidad comercial, porque los beneficios de la industria se determinarán, por decisiones tomadas principalmente en el terreno comercial.
Entre las tendencias a afrontar están la aceleración de los cambios y las incertidumbre, el equilibro entre accionistas, empleados, clientes y sociedad; la gestión con proveedores, asociados y competidores; la innovación y aprendizaje y la presión por resultados. Hacen falta lideres para convertir valores en prácticas.
Creo que las cuatro grandes preocupaciones del sector versan sobre:
- La seguridad del suministro
- La incertidumbre del sector gasífero
- La evolución del proceso de regulación.
- Operación segura y confiable de la infraestructura eléctrica
¿Por qué la preocupación por el Regulador? (CNE-Comisión Nacional de Electricidad)
Los organismos reguladores nacieron por las profundas reformas y reorganizaciones en el sector eléctrico mundial en las últimas dos décadas del siglo XX, causadas en gran parte por las privatizaciones de las empresas eléctricas en general. Se requiere un organismo regulador independiente y autónomo que se encargue de velar por la competencia efectiva en los mercados energéticos, y por su objetividad y transparencia en beneficio de todos los sujetos que operan en el sistema, incluidos los consumidores.
Llama la atención la dimensión otorgada en la Ley LOSE a la CNE de 34 atribuciones- comparada con las asignadas al mismo en países como Argentina (20), Bolivia (15), Brasil (10) y Chile (25). Hay que evitar que el Regulador se convierta en un supra monstruo que en definitiva quiera regular el mínimo detalle. Como está previsto es una especie de “bonsái eléctrico”, controla todo excepto la operación del sistema.
El cambio de gobierno debe eliminar la designación clásica de autoridades por el gobierno y nombrar autoridades reguladoras esencialmente técnicas, que trasciendan a los gobiernos de turno. Pareciera lógico que uno de los primeros nombramiento, sino el primero, que debe hacer el nuevo gobierno ante la eminente necesidad de recuperar el sector eléctrico nacional sería el Ente Regulador y dotarlo de independencia operativa y administrativa del Ejecutivo y de un personal idóneo, honesto y conocedor a profundidad del sistema a regular.
Operador del Sistema Eléctrico Nacional (CNG-Centro Nacional de Gestión)
El Centro Nacional de Gestión (CNG), anterior OPSIS, entidad responsable del control y operación del sistema eléctrico nacional, requiere una revisión especial del Regulador dado el pésimo manejo que ha habido del “valor agua” en un sistema hidrotérmico con el consiguiente racionamiento continuo y elevado.
Una de las causas principales de la actual crisis es, como ya ha quedado claro, es la ignorancia irresponsable del concepto de valor agua y, se debe en gran parte, a la ausencia de experiencia del personal operador del sistema y el desconocimiento de las herramientas que tiene a su disposición para poder realizar sus funciones.
Para quienes no lo saben, el CNG es tan importante como el Regulador y, de hecho, es la única atribución que no tiene el Regulador, suerte, de bonsái eléctrico. El proceso de calificación de las autoridades del nuevo CNG, exige igual tratamiento y credenciales que se deben aplicar a las de la CNE -el Regulador- con las diferencias implícitas en la experticia y calificaciones que ambos requieren.