A 50 años de la hazaña “No queremos ser testigos de la última colada en Sidor…”

CORREO DEL CARONÍ

PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.

“Honor que debe hacerse a aquellos que soñaron, se atrevieron, se prepararon y se empinaron sobre las carencias de la época para poner a funcionar una siderúrgica”.

Hoy lunes 9 de julio se conmemora (y se debiera festejar muy en grande de no ser por la ruina actual de la planta y por la mezquindad de quienes gobiernan) el 50 aniversario de la primera colada de acero en Sidor. Honor que debe hacerse a aquellos que soñaron, se atrevieron, se prepararon y se empinaron sobre las carencias de la época para poner a funcionar una siderúrgica, aprovechando las ventajas comparativas (pero apenas comenzando a ser desarrolladas) de Guayana con la meta estratégica de hacer de Venezuela un país más soberano e independiente, en un renglón tan decisivo para la economía como el acero.

Al leer el libro biográfico acerca del primer ingeniero metalúrgico que tuvo Venezuela: “Argenis Gamboa, pionero siderúrgico venezolano” escrito por otro pionero ya fallecido: Jóvito Martínez, uno comprende mejor la magnitud de la hazaña de aquellos pioneros y de los gobernantes que fraguaron el proyecto Guayana como un plan nacional de desarrollo de largo aliento. No pasen por alto el detalle: Gamboa, primer presidente de Sidor era también el primer ingeniero metalúrgico venezolano. La carrera universitaria de Ingeniería Metalúrgica comenzó a existir en Venezuela con la naciente democracia. Tampoco había obreros especializados y menos de experiencia en siderurgia. Era una aventura. Maravillosa aventura, en aquel país tan atrasado en lo industrial y profesional herencia de las viejas dictaduras militares. Con los años Sidor creció y creció tanto en su época estatal anterior (Plan IV) como durante los casi 10 años de Ternium.

Este aniversario 50 nos encuentra con una Sidor literalmente destrozada tras 4 años de estatismo salvaje con disfraz de “socialismo”. Al concluir junio, es decir, mitad de año, la Sidor roja rojita tiene un déficit de 911 mil toneladas con respecto al plan anunciado por sus autoridades y el gobierno. La producción de acero líquido -da ganas de llorar- es de apenas 922 mil toneladas, 547 mil menos que en los primeros seis meses de 2011 y un millón 321 mil menos que en ese primer semestre de 2007 antes de la estatización chavista. Las cifras, mostradas por Pedro Acuña, director por los trabajadores accionistas indican que la proyección es cerrar el año por debajo de 2 millones de toneladas de acero, cuando hasta 2007 se produjeron 4.3 millones al año. Un desastre. Van ya cuatro años en ese abismo. El valor patrimonial de Sidor en 2008, de acuerdo a sus estados financieros, era de 3.300 millones de dólares. Con base en eso, se le pagaron más de 2 mil millones de dólares (con intereses) a la transnacional argentina. En el último estado contable el valor patrimonial de Sidor era ¡400 millones de dólares! El estatismo salvaje le hizo perder casi 3 mil millones de dólares en valor patrimonial. Las pérdidas operativas y financieras son brutales.

¿Logros laborales o sociales? Es para llorar. A la transnacional se le canceló su 59 por ciento muy bien pagado a 1.970 millones de dólares más intereses. A las 15 mil familias sidoristas, propietarias del 20 por ciento no se les ha pagado ni un bolívar. Odiosa discriminación contra el venezolano. Los accidentes industriales han cobrado una decena de vidas de trabajadores y los accidentes graves como el derrumbe de los techos en Planchones y palanquillas, el desastre en laminación en Caliente son una vergüenza. Equipos e instalaciones en el suelo. No hay repuestos. No hay insumos. El contrato colectivo vencido y violado. Los beneficios burlados.

No vimos la primera colada de Sidor,
pero no queremos ser testigos de la última.
No vimos correr sudor por sus caras,
pero no queremos ver correr lágrimas por las nuestras.
No vimos pulsar la palanca de la puesta en marcha,
pero no queremos pulsar el botón de la parada.
Lo que una vez fue un sueño no puede ser hoy una pesadilla.
Guayana sigue siendo la Venezuela que trabaja y lucha.
Guayana seguirá siendo una esperanza.
Con sus pensamientos claros, el hombre avanza.
Hay un camino. Es amplio y de compromiso
La recuperación está cerca.
El letargo va en declive cuando la euforia crece.
Si el paraíso tuvo su fin, el infierno no puede ser eterno.
Sidor fue, es y será.
Con su gente, con sus ríos y con su tierra.

Tiene razón José Luis Alcocer, sidorista de dos décadas, autor de este inspirador texto que reproducimos en el recuadro de las líneas inmediatas anteriores. Si este gobierno se extiende, quizás nos toque el dolor de ser testigos de la última colada. Pulsar el botón de parada con lágrimas en los ojos como ya le sucedió a los alcasianos con sus Líneas I y II y como podría ocurrirle a los venalumistas cuya empresa ya anda por apenas 24 por ciento de capacidad activa. A los carboneros cuya empresa se empeña en cerrar la falsa revolución. Como en Tavsa o Refractarios, virtualmente cerradas para que el inquilino de Miraflores y los jerarcas rojos hagan negocios de importación. Y tantas otras. Hay un camino para salir del declive y el estancamiento. La Guayana que trabaja y lucha tiene un compromiso para el 7 de octubre.

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