Agonía electrizante

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

 

Por José Aguilar / Ingeniero / [email protected] y @800GWHMWH

El gran culpable es el régimen, pero no seamos cómplices, superemos la desesperanza aprendida, la amnesia colectiva

Venezuela atraviesa la semana de más baja demanda eléctrica del año 2014; de aquí en adelante, la demanda subirá y los “cables pelaos” de Miraflores harán chispas y los apagones paulatinamente volverán a la cotidianidad de los venezolanos.

El país atraviesa una recia escasez y por 15 años de políticas insensatas nos consumen la inflación, el desempleo, la erosión de nuestras reservas, la calidad de vida y deudas impagables por doquier. Hemos llegado al llegadero; la revolución sumió a Venezuela en la miseria electroenergética. En vez de 24 mil 400 MW de demanda máxima y 175 mil GWh/año, a duras penas superaríamos los 19 mil MW y los 134 mil GWh, respectivamente, y no todos serían servidos. Vivimos en la era de la desenergización nacional.

Este Gobierno no merece un día más en el poder. Los “quesos” del régimen son cuantiosos. Somos un país de 70 millones de dólares con 200 millones diarios de necesidades. Deudas por Tocoma, Panamá, líneas aéreas internacionales y papel para los periódicos acumulan cinco mil 600 millones de dólares. Aquí requerimos 80 días de todo lo que recibimos para honrarlas. Pero esos no son nuestros únicos problemas. Ni con el barril a 200 dólares podríamos superarlas.

El gran culpable es el régimen, pero no seamos cómplices, superemos la desesperanza aprendida, la amnesia colectiva, el miedo que se apoderó del otrora bravo pueblo. La salida está en la calle y en romper con los paradigmas del pasado. Los pueblos grandes superan sus dificultades, no porque les ponen todo en bandeja de plata; los grandes son los que sobresalen a pesar de las dificultades.

Miremos a Colombia, pueblo hermano noble y trabajador, que con el ancla de la guerra impulsada durante 60 años por narcoterroristas, sin un Guri y sin una PDVSA, nos dejó atrás como economía. Desenchufe al régimen y busque una mejor Venezuela, abajo con la plaga comunista. ¡Reaccione! O iremos a llorar al valle. Manos a la obra, que sí se puede!

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