TalCual
Expertos consultados por TalCual explican que hay un déficit de la oferta de energía y eso obliga a que se tomen medidas como los racionamientos. Señalan que las plantas hidroeléctricas son las que sostienen el Sistema Eléctrico Nacional. Advierten que desde el año 2010 se ha agravado la infraestructura del SEN, no solo por las termoeléctricas, sino también en las fases de transmisión y distribución y es por esa razón que no se puede abastecer la demanda actual
Las fallas eléctricas una vez más están a la orden del día. «El apagón nos respira en la nuca, Marce», es un meme que se viraliza en redes sociales casi de inmediato al producirse un bajón. En algunas entidades, los racionamientos de luz, ahora llamados «fases de administración de carga», volvieron; en otras, el deterioro del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se percibe con fluctuaciones diarias, cada vez más frecuentes y fuertes.
Desde el Ministerio de Energía Eléctrica, que lidera Néstor Reverol, no se ha informado a la ciudadanía cuáles son las razones de las fallas eléctricas. A diferencia de otros momentos, el Gobierno no ha asomado ni siquiera la figura de «sabotaje». Lo que sí es una realidad es que el regreso de las fluctuaciones coincide con el aumento del calor en el país.
Pese a la robustez que ostentó el SEN desde su génesis, en la actualidad vivir en la oscuridad o entre fluctuaciones se volvió el pan de cada día.
El apagón me respira en la nuca Marce😔 pic.twitter.com/dN9Be4G9Dr
— Carlos Mendez (@carlostoussentt) September 13, 2023
Agonía eléctrica
«Cada vez es más evidente la agonía del Sistema Eléctrico Nacional», dice a TalCual el ingeniero eléctrico, Víctor Poleo, quien asegura que falta uno de cada cuatro megavatios en el sistema de oferta de energía del país. Explica que hay un déficit permanente de la oferta y eso obliga a que se tomen medidas como los racionamientos, que, sobre todo, afectan directamente a Zulia, Nueva Esparta y estados de Los Andes.
Poleo atribuye las fallas al aumento de la demanda eléctrica producto de la ola de calor. Detalla que, debido a las altas temperaturas, en las zonas residenciales han incrementado el uso de aires acondicionados y de sistemas de refrigeración.
De acuerdo con el ingeniero eléctrico, las plantas hidroeléctricas son las que sostienen el Sistema Eléctrico en la actualidad. Advierte que desde el año 2010 se ha agravado la infraestructura del SEN, no solo por las termoeléctricas, sino también en las fases de transmisión y distribución.
Venezuela llegó a la segunda década de este siglo XXI con una capacidad instalada de 37.000 megavatios, pero con solo 10.000 mw disponibles. Dicho de otra forma: solo 27 de cada 100 megavatios instalados están disponibles.
Para Víctor Poleo, la precariedad del Sistema Eléctrico Nacional es evidente en las calles. «Cuando ves que las cuadrillas no tienen ni uniformes correspondientes. Si así está lo que vemos en la calle, uno se pregunta cómo está la gerencia de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec)».
Demanda al límite
Sobre la producción y fallas del sistema eléctrico, Juan Carlos Rodríguez Adrián, ingeniero electromecánico, señala que solo hay estimaciones, «porque no se cuenta con información oficial», de que 80% de la generación termoeléctrica está fuera de servicio.
A diferencia de Víctor Poleo, Rodríguez calcula que la demanda de energía eléctrica en el país ronda los 15.000 mw, y que la oferta apenas podría llegar a los 11.000 mw. Señala que hay un déficit de 3.000 mw. La cantidad disponible -según Rodríguez- se reparte en el país bajo la modalidad de «mientras a unos les das, a otros les quitas».
«Es decir, que aunque tuvieras (en alguna de las plantas) los 17.000 mv y todas las turbinas operativas, solamente se puede transmitir y aportar a lo sumo entre 8.000 mw y 12.000 mw y eso para un consumo de 15.000 w».
De acuerdo con el especialista, lo que sucede en el país es la consecuencia de llevar al SEN una y otra vez al límite. Expone que al llevar al extremo la fase de transmisión, el SEN se vuelve inestable y con cualquier lluvia o evento el sistema se dispara.
Coincide con Víctor Poleo en el hecho de que la demanda se ha incrementado debido a las olas de calor. Asegura que a finales de 2022 y hasta mayo de este año hubo temperaturas muy bajas y eso hizo que el sistema estuviese más o menos en un “equilibro, precario, pero manejable”.
«Cuando comienza a subir la demanda porque sube la temperatura, el panorama empeora. El calor, además, hace que se calienten los circuitos, lo que hace que el SEN sea más susceptible a fallas».
Ante este panorama, Rodríguez Adrián vislumbra un aumento de racionamientos de la luz en el interior del país, «sin tocar Caracas». Cree que la capital se verá afectada con fluctuaciones de voltaje «en momentos de alto consumo, sobre todo en horas pico».