DIARIO LA VERDAD (ZULIA)
Tramos continuos de la Circunvalación 1 y 2 permanecen a oscuras ante la falta de sustitución de casi la mitad de los bombillos quemados en 305 postes. La empresa eléctrica posee inoperativas las unidades de atención para el área.
Bombillo que se apaga, no se sustituye más. Ese parece ser el modus operandi de la empresa eléctrica Corpoelec en el alumbrado público, o al menos eso es lo que demuestra al mantener las principales arterias viales de la ciudad como «la boca del lobo».
Basta recorrerlas de punta a punta para verificarlo. La Circunvalación 1, principal autopista que une a los municipios San Francisco y Maracaibo, es un ejemplo del olvido. La Verdad constató que de sus 240 postes, ubicados a 50 metro cada uno, 110 no cuentan con electricidad. Uno o incluso los dos bombillos están quemados; es decir, el 46 por ciento de la vía carece de alumbrado.
El estado crítico se presenta en tramos continuos. Desde el puente Socorro hasta el desvío de La Limpia no hay iluminación; igual le siguen los 500 metros antes de llegar al elevado de Delicias, en sentido sur-norte, y debajo de la estructura.
Los desvíos y puentes están en las mismas condiciones. Las intersecciones que dirigen a Sabaneta (en ambos sentidos), ferretería EPA, La Limpia y Primero de Mayo se mantienen en penumbras, y en igual abandono están las estructuras Socorro y Santa Clara I y II.
La Verdad certificó, además, que el 59 por ciento de la Circunvalación 2 también carece de alumbrado desde la prolongación con El Milagro hasta el kilómetro 3. Al menos 195 de sus postes eléctricos no poseen bombillos en funcionamiento, lo que representa más de la mitad, al contabilizar un total de 330 colocados en los 16.5 kilómetros de extensión.
La salvedad es que no se trata de tramos continuos. Los bombillos dañados se alternan a lo largo de la vía, pero igual representan un peligro para los transeúntes, que aguardan en la oscuridad a la espera del paso del transporte público.
Sin unidades
La C-1 y la C-2 son solo dos vías representativas del descuido de Corpoelec, pero la realidad se extiende a otras carreteras de la ciudad. Ciro Portillo, exvicepresidente de Enelvén, denunció que la empresa eléctrica no promueve una política de atención al alumbrado público, lo que se traduce en ignorar los reportes de ciudadanos sobre bombillos quemados y no destinar suficiente presupuesto a servicios de mantenimiento.
“No hay unidades en la calle para responder ni presupuesto para preservar los programas de mantenimiento en las plantas, líneas de distribución y sustitución de bombillas. El 40 por ciento de sus ingresos lo distribuyen en el pago de nómina y los recursos para la compra de repuestos quedan rezagados”.
Fuentes internas de la empresa, quienes prefieren no revelar su identidad, confirmaron la información: Corpoelec poseía cuatro unidades de atención al alumbrado público, de las que dos se dañaron y no se sustituyeron. Las dos restantes las transfirieron al Departamento de Reclamos, que tampoco contaba con camiones de traslado en buenas condiciones. Ahora ninguna se destina a la sustitución y rehabilitación de líneas públicas.
A juicio de Portillo, la situación es producto de la dedicación política de la empresa. “Enelvén contaba con un plan de mantenimiento programado, sobre todo en las rutas de carritos por puesto; la prioridad ahora es política, no técnica”.
Poco presupuesto
José Espina, experto en sistema de distribución y profesor de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de LUZ, también recuerda esos tiempos. Hasta el año 97 Enelvén mantuvo tres camiones que se turnaban en guardias de 24 horas para atender al alumbrado público con mantenimiento preventivo, pues se consideraba la cara representativa de la ciudad. El casco central era prioridad en esos casos.
Explicó que en cualquier empresa eléctrica los costos mayores se dedican al sistema de energía, conformado por la transmisión, generación y distribución de líneas de alta tensión y baja (alumbrado público). Para mantener esta área se requiere destinar del 40 al 60 por ciento del presupuesto.
De esa cifra, el 45 por ciento debería ser exclusivo para las líneas secundarias que integran el alumbrado público; sin embargo, en Corpoelec las prioridades presupuestarias son disfuncionales. “Se dejó caer el sistema. El Gobierno intentó reducir el alumbrado a una campaña por el ahorro de megavatios que le permitiera postergar la puesta en marcha de nuevas plantas de generación, cuando en la realidad las cargas más ligeras son las producidas por el alumbrado”.
Según ambos expertos, el futuro no es próspero mientras continúe la gerencia de la empresa eléctrica. Despolitizarla y volcarla hacia la atención del ciudadano y sus vías públicas es la solución única.
Viejo tarifario
La Gaceta Oficial 37.415, emitida el 3 de abril de 2002, es el último documento que establece el pliego tarifario vigente para el suministro de electricidad y alumbrado público en Venezuela. José Espina, académico del área, recalcó que estos se conciben para una duración de dos años. La falta de actualización también afecta el sistema. “¿Cómo se vuelve a invertir si la negligencia estancó los costos en el tiempo?”.
Tramos peligrosos en C-2
– El tramo desde la intersección con Delicias hasta la Universidad Rafael Belloso Chancín (Urbe) está completamente oscuro. Los estudiantes del horario nocturno arriesgan su seguridad al transitar por la zona.
– El tramo del Hotel Maruma y Palacio de Eventos no está alumbrado. Las luminarias de las estructuras se reflejan en la carretera y ayudan a los transeúntes.
– La vía a la Asociación de Profesores Universitarios de LUZ (Apuz) presenta varios postes dañados, sobre todo desde la pasarela de Humanidades a Plaza de Toros.
http://www.laverdad.com/zulia/12712-alumbrado-publico-espera-la-mano-de-corpoelec.html