EL SOL DE MARGARITA
Según Corpoelec, el incremento de la demanda en la región y las fallas en una máquina de generación de la Planta Luisa Cáceres de Arismendi, obligan a la implementación de un Plan de Administración de la Carga.
Las deficiencias del servicio eléctrico en Margarita son un punto de confrontación que durante los últimos años no deja de preocupar a la ciudadanía, sobre todo cuando llegan las temporadas turísticas.
El ahorro energético, la sequía, las manifestaciones climáticas, la concienciación de los usuarios en aras de bajar el consumo y otros factores, en su momento justifican el comportamiento con cortes programados. Con la llegada de la temporada alta, nuevamente se repite esta historia para las familias neoespartanas.
Durante los últimos meses el servicio fue estable, pero una vez más los llamados “apagones” mortifican a los margariteños. Desde hace una semana son constantes las denuncias de personas afectadas en diversas comunidades. El drama vivido hace un año otra vez toca la puerta en medio del asueto de vacaciones escolares.
Según Corpoelec, debido al incremento de la demanda eléctrica y la indisponibilidad de una máquina de generación en la Planta Luisa Cáceres de Arismendi, actualmente se instrumenta un Plan de Administración de la Carga con tal de resguardar la operatividad de los equipos y garantizar el servicio a la población insular. Esta medida se ejecutará mientras sea necesario, según explica un comunicado oficial que no ofrece mayores detalles de la problemática.
Son reiteradas las quejas en La Guardia, Carapacho, Las Barrancas y otros sectores del municipio Díaz. Desde Guacuco, en Arismendi, también han elevado su voz de reclamo, al igual que en Conejeros, de García, y en el mismo municipio Mariño. En ocasiones la empresa eléctrica da a conocer un cronograma de cortes, establecido para la optimización del servicio. Ayer se efectuaron mantenimientos en los municipios Mariño, Maneiro y Díaz.
Quejas
Con molestia, Rosángel Yánez, quien es habitante de La Guardia, denunció que gracias a un apagón registrado en su comunidad el pasado miércoles 18 de julio, entre las dos y las seis de la tarde, se quemó el compresor del aire acondicionado de su casa. A esta mujer no le quedó otra opción que cancelar 1.600 bolívares para reparar con urgencia el aparato y calmar el fuerte calor que se siente en su vivienda.
Lady Polanco, residente de la calle Meneces en Porlamar, comentó que el jueves 19 fue suspendido el servicio de electricidad por este sector, entre la una y las cuatro de la tarde.
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