Correo del Caroní
Natalio Valery, exgerente de Cadafe en la región Guayana, asegura que la deficiente gestión comercial, baja recaudación y alta morosidad se traducen en bajos niveles de inversión, ocasionando que el sistema se deteriore.
Ante el aumento de las tarifas del servicio eléctrico, Natalio Valery, quien se desempeñó como gerente de Cadafe en la región Guayana, expresó que las tarifas son estructuras de precio “cuyo propósito es reintegrar a la empresa eléctrica los gastos asociados al servicio, más un beneficio que sirva de incentivo para continuar prestándolo y seguir dando un servicio de calidad a sus usuarios”.
A esto añadió que el suministro y servicio hoy en Venezuela es de pésima calidad, entre otras razones, porque ya no hay sistema de medición que permita aumentar los ingresos por venta de energía.
Según el especialista, las tarifas deben estimular la eficiencia de la empresa que suministra el servicio, permitir que esta obtenga rentabilidad acorde con la calidad del servicio prestado -en Venezuela aplicable solo en el sector privado- y en el público debe ser reinvertido en mejoras en materia de suministro.
Es por este motivo que critica que el Ministerio de Energía Eléctrica en diversas oportunidades ha incrementado las tarifas, sin dar conocer a los usuarios los criterios aplicados, lo cual se evidencia en cada oficina de recaudación de Corpoelec, donde los trabajadores de atención al público no conocen la metodología ni los cánones para calcular las tarifas del servicio lo que impide que puedan dar respuesta a los usuarios en relación con el tema.
Explica que los gastos administrativos, los de operación, los de inversión y las pérdidas de energía no técnicas acreditadas por el ente regulador, forman parte de los componentes y variables a considerar cada vez que se realice el ajuste de las tarifas, así como, la aplicación de los indicadores macroeconómicos como la inflación nacional e internacional, los precios de los combustibles y la paridad cambiaria.
Agregó que uno de los correctivos que debe aplicarse es realizar auditorías técnicas semestrales para detectar puntos de consumo ilegales y su funcionamiento, con el fin de reducir “las pérdidas no técnicas comerciales por ventas de energía consumidas y no facturadas, para disminuir la alta morosidad que tienen algunos usuarios, entre los que posiblemente está el gobierno tanto nacional, como regional, los municipales y sus industrias”.
Finalmente afirmó que el reciente aumento de las tarifas del servicio eléctrico no garantiza mejoras en la calidad del servicio, debido a que existe una mezcla de gestión comercial deficiente, baja recaudación y una alta morosidad que “conllevan a bajos niveles de inversión produciendo un sistema eléctrico regional en franco deterioro, que bajan la confiabilidad y calidad del suministro y servicio”.