EL UNIVERSAL
La rehabilitación de las unidades del Guri tiene un avance de apenas 1,19%
La información presentada esta semana por Ministerio de Energía Eléctrica a la Asamblea revela que existe una baja ejecución en varios de los proyectos eléctricos que arrancaron hace más de dos años.
Para 2013 el despacho gestionará a través de la Ley de Endeudamiento 9 millardos de bolívares para 11 obras, y de ellas cuatro ya han recibido recursos en los años 2011 y 2012.
De ejercicios pasados se están realizando Termozulia III, las subestaciones encapsuladas de Maracaibo y la rehabilitación de las unidades del Guri, además de la Central Tocoma.
Según los datos del despacho, Temorzulia III tiene un costo de 1,17 millardos de dólares y de esa cantidad, se han desembolsado 580,9 millones de dólares, sin embargo, la obra tiene un avance físico de 59%.
Para las subestaciones de la ciudad de Maracaibo se programaron 181 millones de dólares y ya se han erogado 55 millones de dólares. La ejecución de ese proyecto es de 43%.
La rehabilitación de las unidades 1 a 6 del Guri tiene un costo de 1,3 millardos de dólares, y de ese monto, se han invertido sólo 15,6 millones de dólares, de manera que el avance es de apenas 1,19%.
Para el próximo año se contemplan fondos para proyectos nuevos como la Planta Cumaná, Uribante Caparo II, la rehabilitación de Macagua, planta de sistemas de transformadores de potencia y el sistema de transmisión Buena Vista.
Dentro del plan socialista
Ayer el ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro, destacó que «nosotros debemos tener control sobre los temas más importantes de nuestra sociedad, como la energía, la alimentación, la salud, la vivienda, eso es lo que está en discusión».
Agregó que entre los temas que deben incluirse en los debates que comenzaron el fin de semana pasado sobre Plan de la Patria 2013-2019, mencionó el control de los trabajadores y el pueblo sobre la gestión eléctrica, principalmente en las áreas que compete a las comunidades, como el alumbrado público, el servicio, el cobro correcto de las tarifas y la reparación del sistema. «Eso implica un alto nivel de conciencia».
«Debe haber un control popular, no es que una élite o un grupito de sindicaleros va a controlar la empresa. El verdadero sentido sindicalista es que los trabajadores en cada espacio son capaces de definir el curso de las acciones que hay que tomar», agregó a VTV.
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