CORREO DEL CARONÍ
Tres guayas hacían cortocircuito contra la vivienda de una vecina del sector Brisas del Orinoco, dejando todo a oscuras. El fuego que desprendían se convirtió en la fogata de sus habitantes, que tuvieron que esperar 20 horas para ver el problema solucionado.
Las fallas eléctricas son uno de los principales problemas de los 561 habitantes de la
manzana 20 del sector Brisas del Orinoco, en San Félix, además de falta de agua potable, calles deterioradas y basura.
A las 4:00 de la tarde del miércoles las guayas de electricidad se incendiaron, golpearon una casa y electrificaron el pequeño hogar de zinc de Alexandra Yepez. La luz no volvió hasta ayer al mediodía, cuando un camión de Corpoelec fue llevado hasta el sitio por un vecino.
“Nosotras nos fuimos como a las 5:00 de la tarde del miércoles a Corpoelec y no nos atendieron, de hecho nos insultaron porque les estábamos protestando, cómo es posible que siempre nos pase lo mismo y no cambien las guayas o el transformador”, exclamó Deisy Yanes.
El consejo comunal Vencedores por la Fe indicó que consiguieron llevar ese camión hasta el sector, porque un vecino trabaja en Corpoelec y “nos hicieron un arreglito, pero no el necesario”.
Desde hace meses las fallas de energía son constantes. “El (transformador) que está es de cincuenta, y somos muchos los habitantes, obviamente hay una sobrecarga, y se generan esas chispas y candela”, explicó Yanetzi Marrero.
“No hay nada de nada”
Las familias se congregaron ayer en las calles de la comunidad para protestar por el problema eléctrico y por otras fallas que inundan el sector.
El deterioro en las vías es notable, a pesar de la promesa del alcalde José Ramón López, quien prometió hace tres meses atrás realizar un bacheo en el lugar, según indicó un vecino.
“Aquí lo que hay es nada, no hay nada, nos tienen en el abandono y esto empezó como una invasión hace 16 años atrás; aún nosotros contamos con agua porque nos pegamos al tubo matriz, no porque ellos hayan hecho las tuberías de aguas blancas”, detalló Nohemí Suarez, vocera comunal.
Las viviendas del sector son, en su mayoría, barracas de zinc y tablas. “Yo he conversado con Luis Cumana, gerente general de Desarrollo Social de la CVG, y él no hace nada por nosotros, y la última vez nos dijo que ese no era su problema, entonces para qué está ahí si no hace su trabajo”, denunció Suárez.