CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO Y CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Si estuvieran ganando -y encima “sobraos”- ¿por qué no hacen más que atacar a Henrique Capriles, inventarle marramuncias no solo falsas sino faltas de ética como la del “paquetazo neoliberal” escrito por ellos mismos a la medida del rival que desearían tener y tan diferente al que en realidad es el candidato de la Unidad?. Nadie que gana “sobrao” o que siquiera tiene ventaja, hace maniobras tan feas de corrupción como la denunciada ayer por dirigentes de partidos pequeños de que les ofrecieron 200 mil dólares para que retiraran el apoyo a Capriles y de ese modo tratar de restarle algunos miles de votos al candidato del Progreso mediante la confusión de los electores pues las tarjetas permanecerían en el tarjetón, pero los votos emitidos allí serían nulos.
El mediodía del lunes ofreció al país una visión real, por adelantado, de cómo podría estar la votación del 7 de octubre. Mientras Capriles presentaba, en medio de un enorme entusiasmo, su plan de medidas de gobierno para los primeros 100 días (una derivación en chiquito del plan general de gobierno que durante meses se ha ido presentando por áreas y temas), en el canal PSUV-VTV estaba toda la jerarquía oficialista mirando cada anuncio para contestarlo, inventando el falso “paquetazo” creado por ellos mismos. Y el propio presidente Saliente, desde su refugio de Miraflores, llamaba por teléfono para hacer sus profecías apocalípticas sobre “guerra civil”, desviviéndose en tratar de meterle miedo al electorado, para ver si logra frenar su derrota.
Todos los cañones, incluyendo los ilegítimos de la guerra basura, lanzados contra un candidato y una alternativa política de unidad a la que llaman “la nada”. Si apenas tuviera 30% como dicen las encuestas chimbas que le muestran a sus militantes por el canal 8 (porque las verdaderas las esconden, las analizan ellos “encapillaos” y son las que determinan esta desesperada “ofensiva”), ¿tendrían necesidad de hablar contra Capriles las 24 horas del día? El candidato saliente renunció a casi el 100% de los paseos en carroza para dedicarse a hacer largas “ruedas de prensa” en las que el 80% del tiempo lo usa en atacar a Capriles. ¿Eso hace un candidato que está ganando? Ni de vaina.
Un Plan: mucho más que buenas ideas
La propuesta de iniciar 22 mil obras comunitarias en los primeros 100 días del nuevo gobierno, no es solo una manifestación de buenas intenciones y deseos. Es un catálogo real de obras medianas y pequeñas muy necesarias en las comunidades populares de todo el país, todas bien estudiadas, surgidas de lo que dice el pueblo en cada visita del candidato y de los dirigentes de la Unidad. Pero además es una lista analizada por el equipo social y de políticas económicas que trabaja junto a Capriles, porque se trata de arrancar esas obras en el plazo tan breve de los primeros tres meses y medio, disponiendo de los recursos. Esas 22 mil obras generarían no menos de 150 mil empleos -seguramente más- y dinamizarían la inversión económica.
Elevar el salario mínimo nacional a 2.500 Bs. desde el propio 10 de enero es un propósito de justicia social pero al mismo tiempo una definición de políticas económicas pues se trata de reactivar la alicaída economía mediante el crecimiento del consumo y la inversión. Mas allá de los primeros 100 días, hay un plan de políticas económicas, basadas en el crecimiento y las inversiones para producir en Venezuela, con #hechoenVenezuela para comenzar a bajar la inflación. No más del neoliberalismo anti nacional de este gobierno que destruye la producción nacional para sustituirla por importaciones.
Iniciar un plan de captación y capacitación de 200 mil nuevos funcionarios policiales, junto con depurar a los corruptos, apoyar a los buenos policías, ejecutar un plan desarme (“el que tenga un arma ilegal, la entrega o vamos por ella. Aquí no puede haber medias tintas. Aquí el proceso es claro”, dijo) es un propósito que muestra lo que hará el nuevo gobierno en materia de seguridad ciudadana. El propio Capriles al frente de la coordinación del plan de seguridad. No más indolencia e indiferencia como la que han tenido Chávez y este gobierno. Por cierto, el plan incluye ponerle fin al abuso oligárquico de este gobierno de usar decenas de miles de policías para escoltas de altos funcionarios. Que vayan a cuidar al pueblo.
Unidad y no más revanchismos. Claro y directo el mensaje de Capriles: “no va a haber en nuestra Venezuela una revancha, no va a haber en Venezuela presos políticos, no va a haber en Venezuela un venezolano que se ponga a un lado por la forma en la que piensa (…) le digo a nuestro contrincante, no espere que en el tiempo que vendrá se repita el insulto del presente. A los que van a ser oposición, les digo que conmigo como presidente los respetaré (…) en el nuevo equipo de trabajo del gobierno caben muchos de los funcionarios públicos que estén hoy, que estén por su capacidad y no por razones partidistas”.