CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
En el fallido mitin de San Félix y en la accidentada “cadena” de Caruachi el presidente saliente repitió algo que no es para nada verdad: “Inmediatamente que llegué al gobierno paralicé todos los planes de privatización de las empresas de Guayana”. Falso de toda falsedad.
La noche del jueves 25 de marzo de 1999, el ya presidente en ejercicio, Hugo Chávez “encadena” radios y televisoras entre las 8:00 pm y las 11:00 pm. Se trata de anunciar al país un plan de medidas económicas en el marco de una Ley Habilitante que le aprobó horas antes el Congreso Nacional donde sus opositores eran mayoría. El presidente del Senado era el coronel Dávila. El de diputados era un joven que despuntaba: Henrique Capriles Radonski.
En esa “cadena”, Chávez anuncia
varias medidas pero una tenía especial interés en Guayana: “Vamos a vender Venalum; buscaremos asociaciones estratégicas con transnacionales para Bauxilum, Carbonorca y Alcasa y se conservará la propiedad y el manejo de la bauxita”, anunció. Ese fue el titular o noticia “de abrir” para Correo del Caroní, como vemos en la foto de la edición del día siguiente, viernes 26 de marzo de 1999. La idea era la misma del gobierno anterior pero con una variante en el esquema. Ya no se vendería el sector “en bloque” para obligar al inversionista a asumir lo duro (Alcasa) junto con “el lomito” (Venalum). Chávez anuncia vender “el lomito” y asociarse con transnacionales en el resto.
Al día siguiente, el primer presidente (de 11) que tuvo Chávez en CVG, Clemente Scotto complementa los anuncios presidenciales: “Billiton, Alcoa y Reynolds siguen interesadas en la privatización de las empresas del aluminio de Guayana”, es su declaración y anuncia una reunión del jefe de la poderosa transnacional estadounidense Alcoa con Chávez en Miraflores “en los próximos días”.
“Chávez el privatizador” aunque ahora “se le olvide” por conveniencia. ¿Por qué tuvo Chávez un plan privatizador del aluminio? Por las mismas razones del gobierno anterior. El precio mundial del aluminio por casi 10 años era muy bajo. Entre 1.200 y 1.500 dólares la tonelada. Venalum y Bauxilum apenas cubrían sus finanzas “en la rayita”. Alcasa daba pérdidas. Ninguna podía invertir en mejoras. Y el precio mundial del petróleo también era bajo: entre 10 a 15 dólares el barril. Por cierto, el mismo precio al que vendían los saudíes, pero también los supuestos “revolucionarios” Saddam, Gadafi, los ayatolas de Irán, los rusos y argelinos. Igual que Caldera y Chávez. Era la realidad del mercado mundial. Con esos precios no se podían subsidiar empresas en pérdidas. Al final, el proceso no se completó, como sabemos.
¿Por qué no se dio la privatización de Chávez? Por idénticas razones que no pudo el gobierno anterior. No era fácil hacer un negocio con precios tan bajos. ¿Por qué todo cambió luego? Porque el gobierno “comunista” de China comenzó un programa ultracapitalista en su economía. Privatizaron miles de empresas estatales ineficientes. Abrieron su país a inversiones de todas las transnacionales. Ese gigante consumidor creció y los precios del petróleo y el aluminio se dispararon. Entonces Chávez se olvidó de todo lo anterior y se volvió “rentista petrolero”. Esa es la verdad histórica aunque ahora la quieran ocultar.
¡Que falta de humanismo!
Solo les quita el sueño minimizar costos electorales
Luego de 30 horas sin asumir la tragedia, apareció el Saliente en Falcón. Pasó mucho rato contando muchas cosas que nadie le había preguntado acerca de dónde estaba. Justificándose. Si lo “humano”, es decir, el dolor por las pérdidas de vida, fuesen su primera preocupación, ya habría media jerarquía de Pdvsa suspendida mientras las averiguaciones dan con los responsables. Además, es lo que establece la Ley Lopcymat. Pero no, luego de unas palabras en apariencia “sensatas” acerca de no adelantar juicios, siguieron acusaciones politiqueras y un “mapa” preparado para crear el ambiente acerca de una “chispa accidental”. Lo único que les quita el sueño es “minimizar los costos electorales”. Es indignante.
Tal como en la “cadena de Caruachi”, sus asesores montaron la escena para tratar de recuperar votos, pero al igual que en aquella cadena cortada abruptamente, las verdades no se pueden tapar con escenas. No dejan entrar a periodistas venezolanos, salvo los de los medios del gobierno con sus preguntas adulantes, pero dejaron entrar algunos medios internacionales. Y por allí se desmoronó la farsa. La simple pregunta de una periodista colombiana de RCN lo ofuscó, igual como hace días le ocurrió en Monagas con la pregunta del reportero de Correo del Caroní acerca de los contratos colectivos.
La periodista tiene dos días en el sitio. Hablando con vecinos y trabajadores. Varios de ellos le han testimoniado, lo que muchos otros periodistas han recogido en el sitio, hablando con el pueblo. Lo mismo que han denunciado los dirigentes sindicales no arrodillados: la fuga de gas se sintió mucho antes de la explosión. Para los vecinos es sólo la percepción de olfato pero ellos viven allí y saben lo que significa. Los sindicalistas denunciaron lo que ocurría y los ignoraron. Incluso ayer mostraron informes presentados a la empresa durante semanas acerca de graves fallas de mantenimiento.
La periodista le preguntó, con mucho profesionalismo, acerca de esos testimonios. Su respuesta airada, la de siempre, lo llevó a tratar de intimidar, a negar todo, a decir que eso era “imposible” (¿o sea que no había nada que investigar, la sentencia ya estaba escrita?), a tratar de descalificarla hablando de ética, intentando reducir los testimonios del pueblo a “rumores”. Y acusando no tan veladamente a todos de “ser parte de un plan de la derecha”. Ella, muy serena y profesional, le decía que así como entrevistaba a fuentes oficiales también lo hacía con los vecinos de la comunidad afectada. Ella nunca perdió la compostura pero tampoco se dejó intimidar ni doblegar. Ofuscado, en su eterna soberbia, Chávez, dio por terminada la conversación y el tema. Se fue y cortaron la transmisión. Igual que en la cadena de Caruachi. El show fracasó.
Un par de horas más tarde felicitó a Rafael Ramírez en “cadena”. Mueren más de 40 personas en accidente industrial y antes de que haya investigación o informe oficial, felicita al máximo responsable de la empresa. Es decir, que como en Cavim, Conviasa, Sidor, Ferrominera, Cúpira, no habrá investigación. Todo será “tapado”. Igual que en la mafia de las cabillas o en PudreVal.
Nota final: el líder sindical falconiano de la Futev, Iván Freites, mostró informes de que la zona donde hubo la explosión estaba acordonada, no dejaban pasar vehículos desde 5 días antes. Por la fuga de gas. Ellos reclamaron. La respuesta fue el silencio. Ayer lo andaban tratando de intimidar con el Sebin. Ayer, en entrega especial de esta columna, hicimos referencia al informe de Pdvsa 2011 ante la AN. Admiten que en 2011 solo se hizo el 19% de las paradas de mantenimiento programadas. No son “rumores”. Son hechos. Las verdades investigadas por equipos técnicos serios e independientes se harán después del 7 de octubre. Las víctimas y sus familias lo merecen.
