EL CARABOBEÑO
Después de cinco años del primer decreto de emergencia eléctrica, anunciado en febrero de 2010, y más de 38 mil millones de dólares comprometidos para una expansión termoeléctrica, los racionamientos energéticos se mantienen y la situación empeora con el tiempo.
Este año 2015 no ha sido la excepción y su último trimestre, que es la época de mayor consumo energético, aclarará ante los usuarios el escenario real de la industria eléctrica nacional. Así lo advirtió este domingo en entrevista telefónica el ingeniero venezolano José Aguilar, asesor internacional del sector eléctrico.
El experto aclaró que la energía eléctrica está incrustada en todo el ámbito nacional y sin ella el país no va a ningún buen destino.
Al no contar con la mezcla correcta para un requerimiento energético suficiente, tampoco se puede reactivar el aparato productivo nacional, ni bajar las importaciones que ocasionan fugas de divisas. Tampoco se le puede hacer frente al desempleo y la escasez, situaciones que azotan los bolsillos de los venezolanos, sentenció Aguilar.
La hidrología favorable o no, el consumo excesivo de los usuarios, causas zoológicas y una onda expansiva de rayos solares, quedarán expuestas como burdas excusas ante la evidente gestión de Corpoelec que después de más de cinco años transcurridos desde ese primer decreto, aún muestra el mismo escenario: demanda vs. indisponibilidad eléctrica.
En la lista de factores que según Aguilar ponen demasiada presión en el componente hidroeléctrico de la energía del país se destacan escenarios como que para mayo de este año el embalse de Guri descendió sus niveles hasta la cota 249,56 msnm, según cifras reconocidas por las autoridades eléctricas.
En cuanto al parque térmico el declarante citó como ejemplo a Planta Centro, con registro de generación “0” hasta de cinco días por semana. Y situaciones como una unidad 2 que este próximo viernes cumplirá seis años de sufrir un accidente, y aún no ha sido reactivada.