Crecen las pérdidas y baja la producción: Industrias expropiadas de Guayana sin mejora operativa

EL UNIVERSAL

Durante este Gobierno han sido estatizadas 11 empresas de la región, política que no se ha traducido en mejoras operativas. Sidor, a tres años de nacionalizada, registra una caída de 44% en la producción. El presidente de Fedeindustria Bolívar, Manuel Márquez, aseguró que las expropiaciones significaron un retroceso para las industrias.

En Sidor la caída en la producción en el año 2011 fue de 44%

Ciudad Guayana.- A partir del 2008 las estatizaciones marcharon a paso acelerado en Guayana, pero la migración al control estatal no ha significado mejoras productivas. Al contrario, las empresas siguen padeciendo las debilidades, en algunos casos con mayor fuerza, que durante la gestión privada.

En el gobierno del presidente Hugo Chávez han sido estatizadas 11 empresas de la región, incluidas no sólo las del sector hierro y acero, sino también relacionadas con el ámbito petrolero, cementero y alimentos.

La política de expropiaciones en Guayana ha tenido su acento en la cadena ferrosiderúrgica. La industria bandera con la que el Estado inició la ola de estatizaciones fue Sidor, que hasta 2008 fue operada por la trasnacional argentina Ternium, del Consorcio Amazonia.

Todas, sin excepción, tuvieron que pasar por el bajón originado por la restricción eléctrica que obligó a las industrias a paralizar algunas de sus áreas para ajustarse al tope de consumo eléctrico impuesto.

El presidente de Fedeindustria Bolívar, Manuel Márquez, aseguró que las expropiaciones significaron un retroceso para las industrias. «El sector industrial se ha deprimido más (… ) los trabajadores de las pymes han entrado a la nómina fija, y ante esto han buscado otros horizontes, no ha habido mejoría desde el punto de vista industrial».

A su juicio, el resultado de las estatizaciones refleja el fracaso del Plan Guayana Socialista, pues las empresas no cuentan con recursos para honrar sus compromisos laborales y con proveedores y han retrocedido en materia operativa. «La Guayana como alternativa no petrolera se ha ido perdiendo con el abultamiento de nóminas y la viabilidad de las empresas es cada vez más difícil».

«Es más importante lo político que la rentabilidad de la empresa y así no se puede avanzar», afirmó.

Sidor emblemática 

Sidor, en 2007, logró una producción de 4,3 millones de toneladas de acero líquido y repartió ganancias a los copropietarios del 20% del capital social de la empresa.

Tres años después de la expropiación, en 2011, la caída en la producción fue de 44% al cerrar el año con 2,4 millones de toneladas de acero. Para este año, se proyecta un declive mayor: por debajo de las 2 millones de toneladas. En el primer semestre del año las pérdidas alcanzaron a 442 millones de dólares, superiores a las reportadas en todo 2011.

La acería padece por la falta de insumos, así como equipos móviles. Carece de un plan anual de compras y la falta de inversión mantiene en deterioro sus activos.

Briqueteras al saco 

En mayo de 2009 se anunció la estatización de las briqueteras Orinoco Iron y Venprecar, filiales de la Siderúrgica Venezolana (Sivensa); Matesi, ahora Briquetera de Venezuela (Briqven), de la trasnacional Ternium; el Complejo Siderúrgico de Guayana (Comsigua), de socios japoneses, así como de Cerámicas Carabobo y Tubos de Acero de Venezuela (Tavsa).

Todas han tenido problemas para operar y han estado por meses en condiciones mínimas, como sucede en el caso de CVG Refractarios, antigua Cerámicas Carabobo, y Tavsa.

La restricción eléctrica así como el déficit de inversión ha llevado a las briqueteras, en ocasiones, a vender parte de su materia prima para cubrir gastos ordinarios. Todavía no se ha fijado el justiprecio ni se han aportado los recursos para concretar la nacionalización de estas industrias, con excepción de Comsigua.

Los resultados a tres años de la expropiación son mixtos.

Sidetur al Estado 

El 2010 también fue de expropiaciones en Guayana. En el sector hierro y acero, correspondió el turno a la Siderúrgica del Turbio (Sidetur), filial de Sivensa, específicamente el 31 de octubre de 2010.

Con la expropiación de Sidetur, el Estado pasó a controlar 85,3% del mercado de las cabillas, eslabón vital en la industria de la construcción. El 14,7% restante le pertenece a Gerdau Sizuca.

En el ejercicio fiscal 2011, Sidetur Casima produjo 115 mil 252 toneladas de palanquillas. En el periodo fiscal previo, aún en manos privadas, la producción fue menor pues la empresa estuvo paralizada por ocho meses.

Aunque hubo un incremento de la producción, la industria operó al 25,6% de su capacidad instalada de producción que asciende a 450 mil toneladas de palanquillas al año.

«En los últimos cinco meses hemos producido 131 mil toneladas de acero. En cinco meses hemos superado lo que se produjo en un año completo, ha habido mayor motivación porque además nos sentamos a negociar con el Gobierno y se lograron tres acuerdos», aseguró Alejandro Álvarez, secretario general de Sutrasosicays.

Tras el control estatal, el personal no sólo ha denunciado que la empresa sigue gestionada por los gerentes privados. Ha puesto énfasis en los continuos retrasos en las compras de materias primas y repuestos para seguir operando.

En julio, la industria estuvo paralizada de manera intermitente por déficit de insumos básicos como silicón y cal y se dejaron de producir 11 mil toneladas de palanquillas.

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