“Desconocimiento ha propiciado colapso inminente del sector eléctrico”

EL NACIONAL

 

Ingenieros y técnicos de la antigua Edelca entregaron al ministro Motta Domínguez el documento “Líneas maestras para recuperar el sector eléctrico”, en el que aseguran que el sistema eléctrico entró en fase de obsolescencia

Por CARMEN CARRILLO

Los dos apagones que se produjeron en Caracas, Miranda y Vargas, en el lapso de ocho días, debido a explosiones por falta de mantenimiento en la subestación Santa Teresa III, que está situada en los Valles del Tuy, son alertas de lo que puede ocurrir con el sistema eléctrico nacional.

Hace un mes ingenieros y técnicos con años de servicio en la antigua empresa de generación Electrificación del Caroní (Edelca), que fue adjudicada a la Corporación Eléctrica Nacional, entregaron al ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec, Luis Motta Domínguez,  el documento “Líneas maestras para recuperar el sector eléctrico”, en el que advierten que el sistema eléctrico está en decadencia y entró en la fase de obsolescencia.

Expresan su malestar porque los “políticos” que dirigen en este momento la empresa se han empeñado en responsabilizar a los trabajadores, a los equipos y al sistema de las fallas que se producen “cuando el desconocimiento en la aplicación de los planes de mantenimiento e inversión en equipos, sistemas y recursos humanos, es lo que ha propiciado el colapso inminente en el que está el sector eléctrico”.

Los trabajadores dividieron en tres puntos las líneas maestras:

La primera es “Organización”,  que para ellos es lo más importante porque  una empresa enfocada en  estudiar, construir, operar, mantener, generar, transmitir, distribuir y comercializar energía limpia, necesita contar con un presidente independiente y jefes por áreas con el fin de atender prontamente todas las responsabilidades.

Consideran que el ministro de Energía Eléctrica no puede ser al mismo tiempo presidente del holding eléctrico y el que define todas las acciones en las diferentes divisiones.

Mencionan que cuando se va a aprobar un punto de cuenta, Motta Domínguez envía a un militar que va de oficina en oficina solicitándoles a los miembros de la junta directiva que aprueben lo que está planteando. “No hay una reunión en la que los directores de la empresa discutan la viabilidad de esa propuesta, sino que firman  sin ningún tipo de recato”, dice el informe.

Proyectos prioritarios. La segunda línea es la “Priorización de proyectos”. De acuerdo con el documento, hay una serie de proyectos estratégicos inconclusos, otros que deberían ser iniciados pronto y otros de los que ni siquiera se han hecho los estudios pertinentes. Retomar esas obras, indica, debe hacerse con conocimiento y orden.

En el área de generación están sin concluir los proyectos de rehabilitación de Planta Guri, que debe modernizarse. En esa misma condición están Macagua I y Macagua II, que inició el proceso natural de envejecimiento.

La central hidroeléctrica Tocoma que con más de 90% de la obra civil ejecutada y dos máquinas en proceso de armado, una a 100% sin el sistema de control y la otra a la mitad, tampoco ha sido terminada.

Los ingenieros y técnicos explican que ante la demanda y la obsolescencia de los equipos que existen, además de que no se cumple con la inversión y mantenimiento necesario, proyectos nuevos como Manuela Sáenz, en el Caroní medio,  para minimizar el impacto que produce el fenómeno El Niño sobre Guri, no  han comenzado.

También ponen el acento en la necesidad de invertir en el parque de generación térmica, y aseguran que las autoridades no han mostrado  preocupación sobre ese tema.

El informe indica que  desde el año 2000 no se ha vuelto a poner atención en las áreas de interconexión y distribución. Añade que en el occidente del país se ha dejado de hacer mantenimiento como en otras regiones, pero es mucho más delicado en esos estados porque no cuentan con un suministro confiable y permanente de hidroelectricidad. El proyecto Uribante Caparo no fue finalizado en 1999 y tampoco se han hecho inversiones para retomar la obra después de esa fecha.

Los profesionales señalan que el ministro de Energía no se ha referido a esos proyectos, cuya culminación es muy necesaria en estos momentos. Cuestionan que se anuncie el rescate del alumbrado público con la compra de millones de bombillos, pero no se informa que está desmantelado y por eso no funciona. Afirman que la adquisición de esos bombillos y  en esas cantidades,  pareciera tener otra razón, más de desconocimiento del tema que de mala intención.

Deudas de las empresas. La tercera línea es “Inversiones”. Mencionan en el informe que las empresas del Estado no pagan el consumo eléctrico, igual que las alcaldías, las gobernaciones, y mucho menos los ministerios y el poder central, por lo que obtener recursos para inversión y mantenimiento se ha hecho cuesta arriba.

“Debe implementarse de manera transparente y armónica el cobro justo y adecuado a todas las empresas, atendiendo las prioridades industriales que tienen que fortalecerse”.

Proponen un incentivo a los trabajadores por cada megavatio producido de manera eficiente y sin tasa de salida forzada. Ponen como ejemplo Caruachi, que si produce 100 millones de dólares  mensuales por combustible que se deja de quemar, nada justifica que se le pague mal a los trabajadores.

El documento apunta que el Arco Minero es una excelente alternativa para obtener los recursos necesarios para los estudios y ejecución de los nuevos proyectos porque la “cadena de centrales del Bajo Caroní ahorra dinero a la nación.”

Sostienen que los 10.000 megavatios de Guri, junto con los 2.200 de Caruachi y los 3.000 de Macagua le ahorran al país 52.560 millones de litros de combustible líquido por día, que dejan de quemarse y pueden ser exportados. “Al año estamos hablando de 13,4 millardos de dólares que aportan solamente las centrales del Bajo Caroní”.