El apagón cumple 5 años y los venezolanos siguen prendiendo velas 

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Francisco Zambrano 

Cerca de las 5 de la tarde del pasado 7 de marzo de 2019, cuando la mayoría de los venezolanos se disponían a regresar a sus hogares después de la jornada laboral, un apagón los agarró desprevenidos.

En un principio, y como era costumbre hasta ese entonces, se pensó que el servicio eléctrico iba a volver luego de unas horas, pero la espera fue prolongada y lo que comenzó como una anécdota se transformó en días de angustia que decantó en tragedia para algunos.

Cifras extraoficiales hablan de casi 30 muertes producto de la deficiencia de energía en hospitales, clínicas, centros asistenciales y hogares. En algunos estados la agonía se prolongó hasta por siete días, las pérdidas fueron mil millonarias y el desgaste emocional y físico de ese entonces provocó que algunos aún se exalten y afloren los nervios cuando hay una fluctuación eléctrica.

“La posibilidad de que eso suceda otra vez sigue latente, porque no se ha hecho correctivo alguno, no se ha invertido un centavo en el Sistema Eléctrico Nacional…estamos igual o peor”, dijo un extrabajador de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) que prefirió no dar su nombre.

Como es tradición, el Gobierno nacional no asumió la responsabilidad del apagón nacional y echó la culpa a agentes externos.

Como una “guerra eléctrica”  definió el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez. Nicolás Maduro sostuvo que se trataba de una arremetida del imperio estadounidense en complicidad con el entonces presidente interino, Juan Guaidó.

El ministro de Comunicación de ese momento, Jorge Rodríguez, involucró al senador estadounidense, Marco Rubio, en el supuesto sabotaje contra las instalaciones venezolanas.

“El apagón y la devastación que lastiman a los venezolanos no se debe a Estados Unidos. No se debe a Colombia, ni a Ecuador, ni a Brasil, ni a Europa, ni a ningún otro lugar. La falta de energía y el hambre son el resultado de la incompetencia del régimen de Maduro”, dijo Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos.

“Los pacientes están muriendo”, expresó en medio de esas dramáticas horas el dirigente sindical de clínicas y hospitales de Caracas, Mauro Zambrano.

El entonces diputado y también médico, José Manuel Olivares, asomó la muerte de 34 pacientes en todo el territorio nacional.

Con el apagón qué cosa sucede 

Aunque en el canal de propaganda del chavismo Venezolana de Televisión (VTV) anunciaban el sábado 9 de marzo que en la mayoría de los estados se había restablecido el servicio, la realidad era que en el interior del país la penumbra seguía siendo la constante.

Miles de personas empezaron a temer por la alimentación con comida descompuesta en sus refrigeradores. En Caracas varias personas cargaban agua de las riberas del contaminado río Guaire, las operadores telefónicas estaban prácticamente fuera de servicio, hubo saqueos, conatos de revueltas sociales, represión por parte de policial y militar y no había forma de cancelar por un producto en un establecimiento.

La dolarización de facto tuvo sus inicios con un apagón que no dejó otro recurso que sacar las divisas que se tenían guardadas para un imprevisto.

“Eso pasó porque los equipos son viejos y no reciben mantenimiento, no hay repuestos, ni tampoco personal capacitado”, declaró a CNN Miguel Lara, exejecutivo de Corpoelec.

Mientras NetBlocks informaba que 96% de la infraestructura de telecomunicaciones se encontraba fuera de servicio, el entonces presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, declaraba en VTV que 70% del país ya tenia luz eléctrica.

El domingo 10 de marzo, Juan Guaidó, quien para entonces había jurado como «`presidente interino». decretó un “estado de emergencia nacional” y desmintió a Cabello al señalar que 16 de 23 estados continuaban sin electricidad. Sentenció que el sector había perdido hasta el momento 400 millones de dólares.

El fiscal impuesto por la ANC, Tarek William Saab, anunció una investigación contra Guaidó por su supuesta responsabilidad en el apagón y Pompeo anunció la salida del personal de la embajada de los Estados Unidos en Caracas. “La presencia de diplomáticos se ha vuelto una limitación para la política estadounidense”, indicaba entonces.

Interrupciones eléctricas viven, la lucha sigue

De acuerdo a una encuesta efectuada por el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (OVSP) en noviembre de 2023, en al menos doce ciudades del país sus usuarios reportaron sufrir interrupciones eléctricas diarias.

Según los resultados, las ciudades con mayores porcentajes de cortes diarios son Barinas (93,8%), San Cristóbal (90,3%) y Mérida (85,9%). 

La peor valoración del servicio eléctrico la encabezan los habitantes del estado natal de Hugo Chávez con 91,%, seguido de Maracaibo (89,9%) y Mérida (89,8%). 

La única ciudad con una valoración positiva es Caracas con 54,2%.

43,9% de los habitantes de doce ciudades en el país consideran que la razón de su evaluación negativa son las constantes fluctuaciones, mientras que 28,8% se decanta por el racionamiento.

“No hay esperanza de que esto mejore mientras sigan los mismos a cargo del SEN”, enfatizó el exempleado de Corpoelec consultado para este trabajo.

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