CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Las amenazas y presiones contra empleados públicos, contratistas y contratados, maestros o enfermeras y contra personas que reciben algún tipo de ayudas o beneficios del Estado, son un lamentable “pan nuestro de cada día” en la Venezuela de hoy. Todos lo sabemos. La gente a la que se humilla y atropella obligándola a ponerse franelas rojas, asistir a marchas donde no desea estar, firmar “compromisos” , donar días de salario a quien no quiere apoyar. Gente a la que se le condiciona un empleo o la permanencia en el mismo a que “aplauda al comandante”. Es indignante. Denigra de la necesaria dignidad del venezolano. Pero ocurre y demasiado. Lo sabemos bien.
Lo que nunca ha podido hacer el gobierno reaccionario (porque revolucionario no es) es castigar al trabajador que cuando llega en solitario a la máquina de votación, les niega el voto y apoya a quien en realidad le simpatiza. Nunca pudieron despedir o tomar represalias contra los cientos de miles de empleados públicos, trabajadores de empresas del Estado que votaron por la Unidad en las elecciones parlamentarias o en las de gobernador y alcalde. ¡Ni siquiera pudieron castigar a los que votaron en las primarias!
Nunca pudieron concretar sus amenazas de despidos ¡porque nunca han podido saber por quién vota cada quien! La única vez que lo pudieron hacer fue cuando la muy fascista Lista Chávez-Tascón pero eso fue por las firmas y no por los votos.
Las amenazas siempre han venido acompañadas de cobas como la del “satélite chino que te vigila desde el espacio”. O cosas mas bobas como que “vamos a ver tu huella” al pulsar el voto. “Vamos a saber por quien votas”, dicen para atemorizar pero jamás han podido saberlo. Ni con captahuellas ni con satélites. Todos conocemos por cientos a empleados que votan por la unidad aunque deban ir obligados a mítines rojitos. Nunca los han descubierto. No tienen cómo descubrirlos. Las amenazas se basan en sembrar miedo. Han cometido atropellos y despidos porque ven a personas haciendo propaganda o en actividades, pero jamás porque descubran el voto.
Ahora elaboran listas de empleados, obligando a supervisores a hacer ese desagradable papel. Podrán chequear cuántos de esas listas han ido a votar y los contabilizarán como votos a favor en sus “exit pools”, pero en la vida real, cientos de miles, millones, de los que están en esas listas habrán votado por el cambio, por Capriles, para ponerle fin a esa vida de humillación, amenazas y temores. Y nunca sabrán quiénes ni cuántos fueron. Además, el 8 de octubre amanecemos con nuevo Presidente electo y ya las represalias comenzarán a desaparecer. Para complemento, los calificados técnicos de la Unidad Democrática, dentro del CNE han hecho todas las auditorías a las máquinas de votación. No hay relación posible entre captahuellas y máquinas. Todo es aleatorio.
Un último detalle a observar. Esta vez son cientos, quizás miles, los supervisores que ya piden excusas a las personas que deben colocar en listas. Saben que es falso que se pueda revelar el secreto del voto y saben que habrá cambio el 7-O. Más aún, en Corpoelec, ex Edelca y Tocoma cientos de trabajadores se negaron a ir al acto con Argenis Chávez para juramentarlos como “comités oficialistas”. Se sienten los vientos de cambio. El miedo está en derrota.
TIP 1: Unare. Gran actividad con Henrique Capriles este jueves en Unare. Me dicen que anoche analizaban una propuesta para ampliar la llegada directa del candidato a más comunidades de la parroquia haciendo una caravana que cubra desde el sector Core-8 hasta Unare I. Puede ser hasta mejor.
TIP 2: Cadena del miedoso. Un singular acto realizó Capriles ayer con todos los candidatos a gobernador y alcaldes de toda Venezuela, junto a miles de sus mejores activistas en el parque Miranda de Caracas. Se hablaba de trabajo en conjunto, de cooperación, descentralización, gobierno legítimo del pueblo en sus municipios y regiones, junto a los consejos comunales. Se hablaba de obras concretas a realizar. El Saliente, enfurecido porque quedaba al desnudo cómo le ha arrebatado recursos a las regiones, ordenó hacer una cadena abusiva para tratar de tapar el impactante evento de Capriles. Eso es culillo. El miedo es libre. El pueblo ve los abusos. Para colmo, fue espantoso como el Saliente usaba a los niños inocentes para esa politiquería electorera. No hay Lopna ni CNE. No hay Fiscalía ni Defensoría. Razón de más para votar por el cambio.
TIP 3: Cuanta pena ajena. Es para reír si no fuese por lo penoso. Me dicen que un sindicalista dijo en Guayana que “Capriles ya negoció con Reynolds la privatización del aluminio y con Ternium la de Sidor”. Lo dice así, asegurando tener “las pruebas en la mano”. Jejeje. Reynolds no existe como productora de aluminio. Hay apenas unas pequeñas plantas de “papel de aluminio”. Esa antigua transnacional (con la que Chávez hizo el intento fallido de negociar la venta de Venalum en 1999) desapareció hace 7 años. Debe ser que Capriles “negocia” mediante una “máquina del tiempo”. Ese es el problema de querer cumplir encargos inventando. Tan burdo como lo del “paquetazo”. El gobierno anda dando bandazos. Es triste.
TIP 4: “Todavía no hemos visto la película completa de la guerra sucia”, aseguró ayer Capriles. Lamentable y triste pero cierto. Aunque por más basura que rieguen, no frenarán la voluntad de cambio del pueblo venezolano.