TAL CUAL
Tres años para acabar con los apagones. Expertos analizan la debacle egergética venezolana. Según Miguel Lara la crisis eléctrica es «coyuntural», su solución es compleja y demorará algún tiempo José Aguilar explicó que las plantas eléctricas cubanas son obsoletas y carecen de la tecnología de Guri y Planta Centro
El Grupo Técnico Ricardo Zuloaga, en su reunión de ayer anunció que según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Energía Eléctrica, Petróleos de Venezuela, el Ministerio de Petróleo y Minería y el extinto despacho de Industrias Básicas y Minería, en un período que va del 2010 al trimestre actual del 2013, le han asignado al sector eléctrico cerca de 38.500 millones de dólares y los resultados son inaceptables para los 39 meses transcurridos.
El profesor José Aguilar considera que aunque las autoridades energéticas han hecho un anuncio llamativo de la instalación de una planta termoeléctrica en Sidor, “que a la fecha no ha aportado ni un vatio al país”, a pesar de haber realizado un esfuerzo de miles de megavatios nuevos y miles megavatios mantenidos, el parque generador actual no puede con la demanda eléctrica (que es inferior al comportamiento histórico).
Miguel Lara, exdirector de Opsis, organismo eliminado por el Gobierno que hacía seguimiento diario del movimiento eléctrico nacional, rechazó que los trabajadores y técnicos estén cometiendo actos de sabotaje. Señaló que si el Presidente encargado dio órdenes de “militarizar” las plantas eléctricas, entonces cuando se va la luz, de quién es la culpa: de los militares o de Corpoelec.
Señala que el Presidente encargado dijo “que relanzará al sector eléctrico”, por lo que habría que entender que su antecesor no hizo lo correcto.
Lara dijo que lo más importante de todo es que la crisis eléctrica es “coyuntural” y su solución, si se aspira a tener el servicio eléctrico que teníamos en el 2009, requiere de al menos 3 años, si comenzamos ya a trabajar en su solución.
Ya se está considerando como parte de la escena diario los apagones, y no hay que hacerse ilusiones de sabotajes, iguanas o quemas de caña, porque los apagones los administra Corpoelec, y es la responsable de dónde hay que pasar suiche para cortar el servicio eléctrico.
El Gobierno posee una “disponibilidad” eléctrica de 17.000 megavatios y tiene una demanda diaria de 18.000 megavatios, el resto lo resuelve la cuchilla y no hay información oficial de sus decisiones.
FALTA ENERGÍA
Para sus inversiones en el sector eléctrico el Ejecutivo incorporó 5.000 megavatios nuevos y 2.000 megavatios recuperados a partir del 2010, pero como existía un atraso desde año 1999, cuando asumieron el Gobierno, unas plantas se recuperan y otras son devoradas por el agotamiento físico después de años de desidia. Aguilar dice que el gobierno anunció la instalación de 5.506 megavatios, pero en realidad sólo están operando el 22,6 %, es decir, 1.002 megavatios.
Recordó que las fechas de los mantenimientos son fechas sagradas para los técnicos y no pueden ser modificadas por los gobiernos o los partidos políticos. Siempre debe estar disponible el dinero, o los repuestos, en las fechas acordadas por el fabricante.
Aguilar declaró desde Estados Unidos a través del skype que en Planta Centro había una situación muy conflictiva, porque estaban al mando de la misma unos 600 técnicos cubanos. Además, se movían en los pasillos y en los departamentos clave como agentes de seguridad, con unas medidas inapropiadas en una planta eléctrica.
Explicó que las plantas eléctricas cubanas son obsoletas, están a años luz de la tecnología instalada en Guri y Planta Centro. Además de no tener una experiencia eléctrica actualizada, la acompañan con una militancia política férrea y desconfianza con el personal venezolano.
Agregó que esas funciones están costando al gobierno 3 millones de dólares diarios mensuales, y no hay dinero para comprar piezas de repuesto que se requieren con urgencia en Guri.
Efraín Carrera, expresidente de Edelca, dijo desde Bogotá que las reparaciones del sistema eléctrico deben comenzar en todos los frentes simultáneamente. Debe ser un plan de restauración muy ambicioso, desde los combustibles que se necesitan en las plantas. Tampoco dedican los fondos que se necesitan y no están al frente de las operaciones de las plantas los técnicos que pueden encausarlos.
Hay varios frentes que cubrir para combatir una especie de metástasis que se ha originado en las plantas. Un conjunto de profesionales tienen que planificar y otros de inmediato ejecutar las tareas mínimas para resolver los problemas que se han ido amontonando durante 14 años. Será necesario un plazo no menor de 3 años. No será visible de inmediato, pero sí mejorará la calidad en el caso del uso del gas.