El Estímulo
El proyecto para transformar las cataratas de Amaila en un complejo hidroeléctrico entra en su fase decisiva. Cuatro consorcios de Australia, Brasil, China y Guyana presentarán ofertas finales por estos millonarios contratos.
Cuatro consorcios están interesados en presentar ofertas a la licitación lanzada por el gobierno de Guyana para desarrollar el proyecto hidroeléctrico que generará 165 megavatios (MW) de electricidad en las cataratas Amaila Falls, en el río Kuribrong, en la región 8 de Potaro-Siparuni), un afluente del río Potaro en el centro oeste del territorio Esequibo, reclamado por Venezuela.
El primer ministro de Guyana, Mark Phillips, anunció que cuatro consorcios están precalificados, tras haber atendido la solicitud de declaración de interés por este proyecto estratégico para ese país y haber presentado propuestas.
«La evaluación de la precalificación de las cuatro empresas que desean licitar en el proyecto hidroeléctrico de 165 MW de las cataratas de Amaila sigue su curso, pero debería concluir a principios del mes que viene», explicó Mark Phillips, citado por medios locales e internacionales.
El despacho del Primer Ministro es el encargado de manejar este proyecto estratégico para los planes de crecimiento de Guyana, que vive un boom económico gracias a la explotación del petróleo de alta calidad descubierto en 2015 en el océano Atlántico, frente a las costas del Esequibo, en aguas no delimitadas con Venezuela.
La documentación precalificatoria para el contrato de construcción, operación y transferencia fue presentada por la firma brasileña Rialma; la estatal China Internacional Agua y Electricidad; la empresa guyanesa de ingeniería, procura y construcción Lindsayca CH4 Guyana; y el grupo australiano formado por las firmas OEC, GE Vernova y Worley, según la información oficial.
El proyecto Amaila, que lleva años de retrasos, marchas y contramarchas, hasta que finalmente en octubre el gobierno de Mohamed Alí Irfaan publicó una nueva licitación, incluye la construcción de un embalse de 23 kilómetros cuadrados, el tendido de una línea de transmisión de 230 KV hacia el este, donde se concentra la mayor población de guyaneses, y la construcción de las respectivas subestaciones de transmisión y distribución.
«El desarrollo del Proyecto Hidroeléctrico de las Cataratas de Amaila (AFHP) es necesario para cumplir el actual plan de desarrollo y expansión de Guyana Power and Light (GPL, la estatal eléctrica), que proyecta que la capacidad total necesaria será de 465 MW y la energía de 2.900 Gigavatios-hora (GHW) en 2025», destaca la agencia oficial de noticias de Guyana, DPI.
«Amaila se integrará a la red nacional y quedará bajo la gestión y operación del centro de control de Guyana Power and Light», destaca BN Americas.
«El proyecto hidroeléctrico de las cataratas de Amaila es una iniciativa de gran envergadura que supone un importante paso adelante en el crecimiento de las infraestructuras y el sector energético de Guyana», recoge BNN.
«Las especificaciones del proyecto y su integración en la red nacional representan un cambio transformador hacia las energías renovables en el país. Más allá de sus implicaciones inmediatas, este proyecto también se alinea con los planes del Gobierno para un proyecto de conversión de gas natural en energía, lo que señala un compromiso más amplio con la diversificación de las fuentes de energía», agrega.
Con el fin de cubrir la creciente demanda, el gobierno también está impulsando un proyecto integrado degeneración y gas natural de 300 MW que debiera entrar en funcionamiento en 2025.
La licitación del proyecto Amaila se basa en un modelo de Construcción-Operativa-Transferencia (BOOT). Según los documentos publicados de la Oficina del Primer Ministro, el desarrollo integrará y ampliará la capacidad de la red nacional de Guyana Power and Light para incluir a Linden, Región 10.
Guyana, un país de casi 800.000 habitantes, con una de las diásporas mayores del mundo en proporción a su población total (36% vive fuera del país), vive un boom económico con el que se propone revertir el estado de pobreza de su población, según sus dirigentes.
El Banco Mundial le pronostica a Guyana un crecimiento del 38% de su Producto Interno Bruto (PIB, suma total de riqueza en forma de bienes y servicios) para este año, cuando proyecta superar los 500.000 barriles por día de producción de petróleo.
La economía de Guyana crece casi 10 veces más rápido que el promedio del crecimiento esperado en toda América Latina y el Caribe (4,1% este año, según el Banco Mundial).
Para 2025 se prevé un crecimiento del 15,2%, la cifra más alta y la única de dos dígitos prevista para toda la región, según el Banco Mundial.
Por su parte, el FMI prevé que la economía no petrolera de Guyana crezca de manera sostenida en 5,5% entre 2024 y 2028, «en la medida en que el gobierno continúe sus planes de atender las necesidades de desarrollo del país».