Espejismo electrizante

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

 

Por José Aguilar / Ingeniero / jgasaguilar@hotmail.com y @800GWHMWH

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La poca producción de MW térmicos se ha convertido en una deficiencia energética propulsada por un modelo que no sirve y que es ideológicamente incapaz de corrección

Hoy luego de mil 542 días seguidos y de ocultarle al país la información del Sector Eléctrico Nacional (SEN), que por derecho tiene la sociedad, más dos decretos de emergencia eléctrica, otra vez Guri, nuestra principal fuente de energía (GWh), su zona de emergencia operativa, está frenando adversamente cualquier posibilidad de recuperación del aparato productivo criollo nacional para este 2015.

Para mal de Venezuela, no es solo falta de aportes del río Caroní, lo que se le suma (cosa normal hasta mayo de cada año), sino también un severo problema electromecánico en el corazón del Guri, la tercera planta eléctrica más grande del mundo. Siete unidades están fuera de servicio por la negligencia existente en su mantenimiento, teniendo como resultado la pérdida del 45 por ciento de la potencia instalada en dicha Planta. Esto limitará la producción de energía aguas abajo en las plantas de Caruachi y Macagua.

Mientras tanto los MW térmicos siguen brillando por su ausencia, teniendo un promedio cercano a 120 GWh diarios, lejos de la pírrica meta de 150 GWh-día. La poca producción de MW térmicos se ha convertido en una deficiencia energética propulsada por un modelo que no sirve y que es ideológicamente incapaz de corrección. Como la electricidad está incrustada en la vida nacional, al estar la misma de mal en peor, se garantiza la debacle de Venezuela.

Para rematar, el combustible requerido por la termoelectricidad para auxiliar al Guri no está disponible. Que no haya combustible, cuando cacareamos tener las mayores reservas petrolíferas del mundo es inconcebible. Que no se importe el mismo requerido porque no hay dólares es inaudito, pues el daño al país es 10 veces mayor al costo de importación y el no importar energía a Colombia es ser miserable contra el país.

Sin luz el “Hecho en Venezuela” no sobrevivirá y ni las colas, ni la escasez, ni la inflación bajarán. ¿De quién depende cambiar esto? Mírese al espejo. No más espejismos. ¡Manos a la obra que sí se puede!

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