DIARIO PANORAMA (ZULIA)
El exembajador estadounidense en Caracas, Otto Reich, denunció ante la justicia federal de Nueva York a tres empresarios venezolanos por corrupción para obtener contratos en el sector energético del país sudamericano y difamación.
La demanda fue presentada el 30 de julio por Reich y su consultora ORA contra Leopoldo Betancourt López, Pedro José Trebbau López y Francisco D’Agostino Casado, según consta en el expediente de 48 páginas.
«Los acusados son residentes en Estados Unidos que amasaron enormes fortunas a través de un ardid ilícito para asegurar contratos industriales y energéticos en Venezuela para sus compañías basadas en Estados Unidos Derwick Associates USA LLC y Derwick Associates Corporation», afirma la denuncia.
«El ‘modelo de negocios’ de Derwick Associates es simple. Desde Estados Unidos los acusados ofrecen coimas multimillonarias a responsables gubernamentales en Venezuela para obtener los contratos de construcción en el sector energético», agrega.
«Una vez que los contratos fueron otorgados a Derwick Associates (y el dinero transferido a cuentas bancarias en Nueva York), los acusados retiran millones que depositan en bancos en Estados Unidos», contínua.
Otto Reich fue embajador de Estados Unidos en Venezuela entre 1986 y 1989 y exvicesecretario para las Américas del departamento de Estado durante 2002.
Durante este último mandato tuvo lugar el intento de golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el fallecido exmandatario venezolano Hugo Chávez, que fracasó finalmente y ante el cual el gobierno estadounidense tuvo una controvertida posición inicial.
En su demanda ante la justicia federal, Reich denuncia contratos otorgados por la compañía petrolera estatal venezolana PDVSA a Derwich Associates «sin licitación pública» a mediados de 2010.
También menciona contratos similares de parte de Corpoelec, Corporación Eléctrica de Venezuela, de mediados de 2009.
Reich acusa además a los tres empresarios de haberlo difamado, afectando negocios de su consultora ORA, por lo cual reclama una compensación por daños de «no menos de dos millones de dólares», además de otros pagos.