CORREO DEL CARONI
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La crecida de los ríos Caroní y Orinoco, la apertura de las compuertas de las tres centrales hidroeléctricas en Guri, Caruachi y Macagua y el agravamiento de las inundaciones en Guayana motivó especulaciones este fin de semana en torno del supuesto colapso de la central hidroeléctrica Simón Bolívar en Guri, la primera planta de la escalera de aprovechamiento energético del Bajo Caroní.
El ingeniero eléctrico y consultor internacional, José Aguilar, sostuvo que no es apropiado hablar de colapso de la central hidroeléctrica Simón Bolívar, en Guri, por los crecientes aportes de los afluentes del río Caroní al embalse.
“Estructuralmente la construcción de Guri es 1,6 veces más fuerte que los diversos escenarios que pudiera enfrentar durante su vida operacional. Solo un acto deliberado de negligencia por quienes operan la represa podría causar una catástrofe”, aclaró.
Aguilar precisó que el máximo histórico de aportes de agua en los primeros 49 años de operación de Guri se registró en 1994 y alcanzó a 18 mil 434 metros cúbicos por segundo.
Este año, el máximo caudal de aportes hasta ahora ha sido de más de 17 mil 500 metros cúbicos por segundo, siendo julio el mejor de la cuenca del Caroní desde 1950, año desde el cual se llevan las estadísticas.
Ambas cifras de aportes al río Caroní, tanto la de 1994 como la de 2017, son inferiores al caudal máximo de diseño de los aliviaderos de las centrales hidroeléctricas, por los que se pueden descargar 30 mil metros cúbicos por segundo, lo que anula por esta causa la posibilidad de un colapso.
Cifras de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) indican que a finales de julio, la descarga total de Guri era de 15 mil 438 metros cúbicos por segundo, que resultan de la suma del caudal de agua descargada por los aliviaderos y el turbinado.
La cifra es similar en el caso de Tocoma, Caruachi y Macagua, con la salvedad de que en el caso de Tocoma no se turbina, pues la obra aún no ha sido concluida y, por lo tanto, no está habilitada para la generación eléctrica.
Aguilar explicó que lo que han denunciado es la mala operación del embalse, cuyo llenado fue forzado limitando -sin embargo- desde el punto de vista eléctrico a Guayana, que registra una demanda eléctrica similar a la de 1980, y al país en general con una demanda congelada desde 2005, para armar un «show» el 6 de julio de 2017, cuando el presidente Nicolás Maduro anunció la apertura de las compuertas de Guri.
“La consecuencia era previsible y ahora se materializa en inundaciones para Guayana, en momentos en que el río Orinoco va en ascenso, siendo el tercer río más caudaloso del mundo. Se le ha colocado un ‘turbo’ descargando el Caroní grandes volúmenes de agua a un Orinoco con mucha agua. Este llenado del embalse de Guri fue prematuro, generalmente se espera que se pase el máximo del río Orinoco para comenzar a llenar más controladamente el embalse de Guri durante el último trimestre del año”.
El ingeniero eléctrico se paseó por los últimos periodos de generación de Guri, que muestran la ineficiencia en la operación hidroeléctrica.
Desde enero de 2014 a diciembre de 2015, ilustró, cuando el ciclo hidrológico estaba 20% por debajo del promedio histórico de caudales al embalse, Guri operó a 127% por encima de su nivel, “eso fue irresponsable y vació el Guri, lo dejó vulnerable y sirviendo la mesa para el episodio de severos racionamientos en 2016”.
Desde mayo de 2016 hasta el presente, el ciclo hidrológico se volvió generoso y se ubicó a un 24% por encima del promedio histórico. Pese a la abundancia hidrológica, Corpoelec operó el embalse a un nivel de 97% de su energía firme.
“No hay colapso en el Guri ni por bajo ni alto nivel, ambos son escenarios que deben evitarse, el uso de este léxico lo único que hace es crear zozobra en la población infundadamente y al mismo tiempo le hace el juego a la dictadura”, consideró Aguilar, quien reiteró que lo que ha ocurrido ha sido una mala operación de la represa que ha agravado el riesgo de inundaciones en comunidades ubicadas en la ribera del río Caroní, que suman 600 viviendas aproximadamente.
Corpoelec no ha informado por cuánto tiempo más se prevé la apertura de las compuertas, pero lo cierto es que mientras los aportes al lago superen lo que se turbina se seguirá aliviando agua.