Experto: no hubo sabotaje en apagón que paralizó a Caracas durante cuatro horas

Referencial
EL PITAZO
Para el ingeniero Víctor Poleo, desde el año 2000 no hay una inversión continua en el mantenimiento y expansión en el sistema eléctrico de la Gran Caracas

Caracas.- Para el ingeniero y ex vice ministro de Energía Eléctrica Víctor Poleo (1999-2001), el apagón que mantuvo paralizada a Caracas durante varias horas el martes en la tarde no fue producto de un sabotaje, como lo informó el Gobierno: se trata de un tema estructural y de fallas recurrentes en la prestación del servicio, pues “Corpoelec, al igual que Pdvsa, está en ruinas, corporativa y financieramente.

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La ruina corporativa de las industrias eléctrica y del petróleo radica en su conducción: militarizadas desde 2003, descapitalizadas de conocimientos centenarios, sus nóminas multiplicadas. He allí el auto-sabotaje por el Gobierno contra nosotros los usuarios eléctricos (…). No hay sabotaje: es un plan criminal de dominación de la población, de someterla, de animalizarla.”, declaró a El Pitazo.
—¿Qué pasó el martes en la tarde con el sistema eléctrico interconectado de la gran Caracas?
—Motta dió su explicación, a duras penas creíble: incendio en transformadores de la sub-estación Santa Teresa por corte de un cable, hechura de un saboteador. Áreas de Miranda, Caracas y Litoral sin electricidad durante  cuatro o más horas. Desde 2010 el estado de salud del Sistema Eléctrico Nacional no es de dominio público: hasta entonces la página web de Opsis (Oficina de Operación de Sistemas Interconectados) informaba de fallas y causas. Motta miente, los trabajadores eléctricos lo refutan: no hay instrumentos de trabajo, vigilancia, equipos de reemplazo, transporte, sueldos y salarios inútiles. Los militares no están formados para conducir empresas, tanto como los civiles no estamos formados para pilotear F-16 o mandar batallones.
Sostiene el funcionario del primer gobierno de Chávez que “las líneas de 230 kilovoltios están inactivas,  Tacoa indisponible, hay desconexión de las líneas a 765 kilovoltios del Caroní. Es una secuencia de eventos que develan un desprofesionalizado manejo del despacho de cargas. El Metro de Caracas tiene dos aducciones eléctricas, de manera que ante la falla de una el sistema continúa: ¿por qué fallaron las dos?”, se pregunta Poleo.
Agrega que “ya no es el caso saber qué pasó. Seguirá ocurriendo: Andes y Zulia lo sufren a diario, ídem Margarita y Guayana; los caraqueños, aún sorprendidos. Llegaremos a un día cuando las fallas sean irrecuperables. El sistema eléctrico de Caracas agoniza”.
—¿Hay posibilidades de nuevos apagones, no solo en Caracas, sino en el resto del país?
—En Caracas el racionamiento será cotidiano de no haber un cambio político. En el resto del país hay un déficit eléctrico y fuertes racionamientos. El conocimiento y el oficio habrían de revertir una tragedia predicha en 2005: si no hay inversiones habrá carencias eléctricas.
—¿Desde cuándo no se invierte en el sistema eléctrico que nutre a la gran Caracas?
—En 2000 la Electricidad de Caracas (Elecar, fundada en 1890) fue desnacionalizada a manos de una turbia empresa americana, AES, y con consentimiento del Gobierno, Alí Rodríguez mediante, tal vez creyendo que golpearía a los Zuloaga (estigmatizados), propietarios de apenas un 13 % de acciones, el resto propiedad abierta de usuarios, trabajadores, y otros accionistas de la empresa. La empresa americana no invirtió un céntimo en el sistema en siete años, pues alegaba bajas tarifas del servicio. En 2007 Pdvsa compró la Elecar a la AES, su mejor negocio dirían los americanos luego de haber liquidado propiedades nacionales e internacionales de la Corporación EDC. Desde 2008 al presente no hubo inversiones en las redes de distribución, en la iluminación pública, en la ampliación de circuitos ante una población creciente.

“Mal puede llamarse inversión a la compra-estafa por los Derwick de plantas usadas y facturadas tres veces: se llamó “blindaje de Caracas”.  ¿Cuál?.  Blindaje por $3.200 millones sobre-facturados de la clase política en el Gobierno. En adición, la planta llamada India Urquía o El Sitio (carretera Santa Teresa-Santa Lucía), sobrefacturada en $1.200 millones, suplida por el asturiano Duro Felguera, amigote de Zapatero, opera a media carga. El actual sistema de distribución de Caracas data de los años 30 en el centro-oeste y de los 50 en el este. Sus tiempos de vida útil están vencidos. Precisan reemplazo y mantenimiento. En la actualidad, no hay inversiones”, agrega el ingeniero Poleo, un duro crítico de la gestión eléctrica de la revolución.

Víctor Poleo reflexiona sobre lo que era el sistema eléctrico nacional y lo que es ahora. “Las centenarias industrias petrolera y eléctrica se nutrieron de profesionales formados en las universidades nacionales y occidentales, impecables sus tecnologías y logros: Amuay y Cardón en los años 50; Guri en los años 70 y 80; un robusto sistema nacional de transmisión a muy altos voltajes; el país electrificado en un 90 % con un suministro confiable y continuo. Co-existieron capitales públicos (Edelca) y privados (electricidad de Caracas, de Valencia, de Maracaibo). En 15 años todo ello fue borrado en aras de una enfermiza e ideologizada politización de los servicios: agua, transporte, gas, electricidad. Alí Rodríguez, no por azar embajador por segunda vez en La Habana, ha sido el factotum de la destrucción: ejecuta su guión habanero; hay intencionalidad. La destrucción del sector eléctrico es adrede; un mecanismo para asfixiar a la sociedad”.