EL NACIONAL
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En los estados Táchira y Mérida hay bajos inventarios de combustibles debido a las continuas fluctuaciones en el servicio eléctrico, según informaciones procedentes de la gerencia de plantas y poliductos de Pdvsa.
Los cortes eléctricos habrían afectado la reposición de inventarios por medio del bombeo a la planta de llenado de El Vigía, donde cargan las cisternas transportadoras de carburante con destino a esos dos estados.
La información indica que si la falla persiste impactará la programación de despachos para las estaciones de servicio.
En San Cristóbal, de 16 gasolineras 8 permanecieron cerradas ayer. Ezequiel Pérez, diputado tachirense a la Asamblea Nacional, declaró que en la entidad fronteriza ya es costumbre hacer largas filas de hasta 4 días para abastecer carburante.
“Es por culpa del gobierno. Y más ahora cuando el servicio de energía eléctrica está dejando de funcionar y ha generado que el sistema de despacho de El Vigía esté paralizado. Es un llamado que estamos haciendo a Pdvsa y al Ministerio de Energía para que no sigan haciendo sufrir al pueblo del Táchira”, expresó Pérez.
Esta semana, las filas para comprar gasolina han sido extensas y en el mercado ilegal alterno, el envase de 20 litros de combustible lo venden entre 20 millones y 40 millones de bolívares en efectivo, aunque también es ofrecido en divisa colombiana a menor precio.
El parlamentario tachirense añadió que el traslado de comida se verá afectado por esta circunstancia porque el consumidor final deberá asumir el importe que implica conseguir combustible.
“Para los ferieros, los que trabajan con leche y carne, con cachama, pollos, cerdos, es grave. Esto afecta los precios y el que paga los platos rotos es el consumidor final al que le sale cada día más caro lo que va a consumir. Un kilo de carne, que vale 2 millones de bolívares, lo venderán en 5 millones de bolívares”, advirtió Pérez.