CORREO DEL CARONÍ
¿Saben los venezolanos que Ferrominera, la estatal venezolana en cuyo portón de entrada se lee una gran pancarta que dice: “empresa socialista”, tiene -según se lee en la página web del IVSS- cuatro años y nueve meses que no le paga al Seguro Social las cuotas que le descuenta por nómina a los trabajadores? Leyeron bien. Le descuenta la cuota al trabajador pero desvía el dinero a otros fines y no le cancela al IVSS. ¿Qué ocurre? Que los empleados que se jubilan no pueden acceder a su pensión porque FMO los tiene a ellos como insolventes. ¡Tronco de socialismo!
Peor es lo de las prestaciones sociales. Desde hace algo más de ¡5 años! que los ferromineros tienen sus prestaciones sociales virtualmente confiscadas. Lo hace el mismo gobierno que habla tanto contra “el robo de las prestaciones sociales”. De acuerdo a la ley esa empresa está obligada a depositar mensualmente las prestaciones en un fideicomiso o en la contabilidad de la compañía pero siempre disponible para el trabajador en los términos establecidos en la misma ley. Eso es letra muerta en esa “empresa socialista”. El trabajador no puede usar su dinero.
La lista de violaciones a derechos laborales es muy larga. El pésimo estado del hospital de la factoría, la grave escasez -casi total ausencia- de medicinas. La deuda de la empresa para con la caja de ahorros así como con los seguros HCM y de vehículo, en todos los cuales el trabajador paga cuotas que le son descontadas inútilmente. La prolongada agonía del comisariato al que aún están adscritos unos 2 mil trabajadores que por ello no reciben el bono de alimentación. El contrato colectivo tiene tres años vencido y ello significa que los salarios y beneficios tienen tres años congelados en un país cuya inflación en ese período es de alrededor de 100%. “Logros” de la robo-lución antiobrera.
Hace ya poco más de tres meses que concluyó una huelga masiva de los ferromineros hartos de tantas violaciones a sus derechos, contrastados con la colosal corrupción del “cartel del hierro” y la indolencia gubernamental -cuando no complicidad- en esa misma corrupción y en la ruina productiva de la empresa. El gobierno antiobrero de Maduro trató de quebrar la protesta usando la militarización y la amenaza de despidos. Igualito que ahora en Sidor. Fracasó. La firmeza del empleado venció al “facho” madurismo. Al final el gobierno tuvo que negociar y en la mesa se logró un acuerdo avalado por el sindicato y con las asambleas de trabajadores, estableciéndose un cronograma de pagos y aportes de inversión. Casi nada de eso se ha cumplido como queda explicado en las líneas iniciales de esta columna. La indignación y el hondo disgusto de los trabajadores se expresan en volver a la protesta. Hoy acumulan tres días de huelga masiva tanto en Puerto Ordaz como en Ciudad Piar.
¿Quién es el saboteador? La respuesta clara y sencilla es: el gobierno que también es el “desestabilizador”. Pero como estos jerarcas rojos de la corrupción y la robo-lución nunca asumen su responsabilidad, siempre encontrarán alguna excusa -casi siempre ridícula- para culpar a otros. Montarán un show expulsando a tres diplomáticos gringos o encontrarán iguanas, rabipelados y hombres arañas responsables de “actos de sabotaje”.
TIP 1: Sidor. Voces oficialistas dicen que “nunca se firmó el acuerdo, era solo una propuesta que debía ser aprobada por las partes”. Aceptemos el argumento. Los trabajadores en dos asambleas lo aprobaron. Entonces, quien lo “echó para atrás” fue la parte gubernamental, es decir, Maduro. ¿Qué busca Maduro quebrando los acuerdos y provocando otro conflicto que nadie en Guayana desea? Es el gobierno el responsable directo de este nuevo paro. Todo indica que busca un conflicto político para tapar los graves problemas económicos del país de los que ellos son responsables.
TIP 2: Antiimperialismo de pacotilla. Un show bufo el de expulsar a tres diplomáticos. Si hay sabotaje, ¿cómo es que Maduro-Ramírez negocian con Chevron un auxilio a Pdvsa por 2 mil millones de dólares? ¿Cómo es que sigue inalterable la venta de 700 mil b/d de petróleo al “imperio agresor” que además es quien nos suple de gasolina, varios alimentos, nos vende aluminio, equipos y maquinarias? Aguaje para desviar la atención.
TIP 3: Rumores de cambio en CVG y FMO. Nada confirmado pero se habla de un “enroque” de piezas entre militares.
TIP 4: Impecable y clara la respuesta del periodista Nelson Bocaranda a Maduro. Léanla. En El Universal del martes y en runrun.es. “Me tendrían que acusar de chavista porque varias de mis mejores fuentes informativas son de ese sector…”, le dice con agudeza. Para muchos venezolanos, incluso chavistas, Maduro no le perdona a Nelson que contaba la verdad sobre la salud de Chávez (obvias fuentes cercanas al fallecido) mientras Maduro engañaba.