El Carabobeño
Unos 20 pacientes se encontraban en las instalaciones, conectados a las máquinas para realizarse su tratamiento del día, cuando sobrevino la falla eléctrica. De un momento a otro quedaron en una total oscuridad, y los temores de verse afectados empezaron a cobrar fuerza y robarles tranquilidad
Francisco Figuera
A las 5:00 de la tarde de este martes, un apagón generó intranquilidad en el Centro de Diálisis Valencia Sur, ubicado en la avenida Las Ferias, a la altura del sector Santa Rosa.
Unos 20 pacientes se encontraban en las instalaciones, conectados a las máquinas para realizarse su tratamiento del día, cuando sobrevino la falla eléctrica. De un momento a otro quedaron en una total oscuridad.
En el lugar, el paciente renal José Luis D’Alessandro relató lo ocurrido hoy. «La luz se fue en punto a las 5:00 y llegó una hora después, lo que significa que perdimos una hora de diálisis».
Efectivamente, el tratamiento de este martes se quedó corto, porque el centro funciona hasta las 7:00 p.m., y sus responsables no pueden extender la jornada por razones de seguridad y transporte.
Grave y hasta fatal
«Que ocurra esto es grave. Es fatal», dijo D’Alessandro, quien asegura que no es la primera vez que sucede una falla de energía en el lugar. «Los apagones se han vuelto constantes, especialmente entre las 5:00 y las 6:00 de la tarde».
Cuando esto sucede, indica el afectado, la persona debe pararse de la máquina. «Se pierde material y tiempo, no se puede trasladar a la persona a realizarse el tratamiento en otro sitio, porque no hay máquinas ni hay cupos. Por consiguiente, todo esto genera caos, y representa menos tiempo de vida para uno».
Se trata de tres o cuatro horas que se pierden por semana y no se podrán recuperar, lo que agrava la sintomatología de cada uno de los afectados. «Se supone que uno se debe realizarse en promedio unas cuatro horas diarias de diálisis, pero en la práctica termina recibiendo sólo dos o tres de tratamiento».
Por tal razón, hizo un llamado a las autoridades -especialmente a los encargados de la estatal eléctrica Corpoelec- a tomar cartas en el asunto y considerar a los pacientes renales de la zona, que viven aterrados por los apagones. El riesgo que corren de perder sus vidas por ello es muy real.