CORREO DEL CARONÍ
El embalse de Guri continúa con su estrepitoso descenso. Este miércoles la cota registrada por Corpoelec, 247,56 metros sobre el nivel del mar, marca un nuevo récord si se compara este período de estiaje con el de 2010. En aquel entonces la cota mínima registrada fue de 248,04 metros sobre el nivel del mar.
La actual cota deja al país a 3,56 metros del inicio del colapso eléctrico nacional, pues el peso de la generación eléctrica venezolano está en la hidroelectricidad pese a contar con más de 17 mil 600 megavatios termoeléctricos instalados.
El ingeniero e investigador internacional, especialista en la crisis eléctrica venezolana, José Aguilar, explica que con los actuales niveles sólo hay 18% del volumen útil del embalse para la Casa de máquinas II de la central, generando una vulnerabilidad que precipita al país al borde de un racionamiento nacional inevitable.
Destaca además que la cota 247,56 llega 65 días antes de la fecha del mínimo logrado en el 2010 (11 de mayo 2010) cuando se declaró la emergencia eléctrica nacional, que de acuerdo a sus investigaciones fue inducida para favorecer negocios de determinadas empresas.
La última vez que el embalse de Guri llegó a un nivel tan bajo fue el 23 de junio de 2003, cuando el país atravesó una intensa sequía en la cual no fue necesario el racionamiento, ni medidas excepcionales.
Negligencia continuada
En este contexto Aguilar detalla que el descenso acelerado del embalse evidencia que “han abusado” de la ausencia de energía térmica, que no está vinculada con el estiaje, provocando un escenario que pone en riesgo la ya maltratada calidad de vida del venezolano.
“La energía térmica con 17 mil 600 megavatios de potencia instalada, apenas si puede reunir unos 5 mil 500 a 6 mil MW y a veces hasta menos, lo que le da una muy pobre disponibilidad efectiva de un 31%, es decir casi el 70 % de la potencia termoeléctrica del país está indisponible y eso es lo que le impide generar la suficiente energía que se mide en gigavatios hora (GWh) por día para complementar al Guri”, subraya el ingeniero.
Reitera el especialista que la actual situación se debe al manejo errado del embalse de Guri, que fue diseñado para soportar hasta 32 meses de sequía. El período que está transcurriendo apenas lleva 22 meses de estiaje, y podría extenderse más tiempo.
“La hidroelectricidad en Venezuela, muy pronto no podrá ni suplir el 50 % del requerimiento energético del país”. Al tiempo que agrega que las salidas propuestas por el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, en las que se incluyen incrementar en mil megavatios la generación térmica no impedirán que Guri vea mermada su generación, y en consecuencia haya un racionamiento nacional a niveles que pueden ser extremos.
“Sí el Sistema Eléctrico Nacional, hubiese contado con apenas el 49 % de disponibilidad promedio desde cuando empezó el presente ciclo de hidrología desfavorable en mayo de 2014, ahora el Guri tuviese 19 metros más de agua al cierre de febrero de este año y no tuviera el país sufriendo, ni con el tsunami de racionamientos que se avecina”, concluye José Aguilar.