DIARIO DE LOS ANDES (MÉRIDA)
La mala gerencia y el poco mantenimiento a las redes eléctricas es, según los pobladores del sector, la razón de que tengan 22 días sin servicio eléctrico
Un grupo de habitantes del sector Cerro Azul de la parroquia Héctor Amable Mora, acudieron ayer a las instalaciones de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) El Vigía, ubicada en el sector San Isidro de esa localidad para conversar con el gerente Luis Omar Calderón, quien -según señalaron los afectados- los recibió de manera grosera y déspota.
Cabe destacar que el problema que la comunidad presenta se debe a que el transformador del sector se dañó, aparentemente a consecuencia de los continuos cortes eléctricos que ocurren en la zona, pero el municipio actualmente no cuenta con otro equipo para efectuar el reemplazo y así poner fin al problema.
Luis Pavón, habitante de La Pedregosa sector Cerro Azul, sostuvo que desde el 16 de octubre se les quemó en transformador y el 21 de ese mismo mes le informaron a Omar Calderón, gerente de Corpoelec El Vigía, de la situación, pero este se negó a recibir el oficio que había firmado toda la comunidad donde explicaban la situación.
«La única respuesta que tuvimos es que no hay transformadores y que en una lista para el reemplazo de los mismos estamos de cuartos, violando con eso la Constitución de la República, que indica que los ciudadanos deben tener una vida digna y con todos los servicios públicos, pero eso no se cumple porque no solo no tenemos luz, sino que tampoco tenemos agua», dijo Pavón.
Medidas extremas
Por su parte, Jonathan Márquez, propietario de una finca en el sector afectado, manifestó sentirse cansado de la situación que viven, «Calderón nos dijo que si queríamos un transformador que lo fuéramos a buscar en China porque en Venezuela no hay, eso es una falta de respeto hacia el pueblo, nosotros no somos chinos, sino venezolanos».
Otra de las afectadas, Georgina Rincón, indicó que no tienen respuesta de parte de la institución, pues nadie se reúne con ellos para solventar la situación mientras padecen por dormir y vivir sin el servicio de luz, «estamos volviendo al tiempo de las cavernas, en vez de avanzar vamos cayendo aún más en la pobreza y necesidades de los servicios básicos para vivir», afirmó.
Protesta
Al cierre de esta edición, más de 14 familias de este sector habían tomado la carretera Panamericana y amenazaban con no levantar la tranca hasta que su necesidad no sea solventada.
