CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Cualquier trabajador de Sidor lo sabe porque las ve a diario. Allí están, desde 2010, sin uso ni producción, dos de las cuatro plantas termoeléctricas compradas por el “alto mando eléctrico”, el Gobierno nacional, el Mibam y la CVG como supuesta “medida de emergencia” para enfrentar parte de la crisis eléctrica de inicios de aquel año. Fueron anunciadas por el propio Chávez, por Alí Rodríguez, el gabinete donde estaban Maduro y Jaua, el entonces ministro Sanz para producir en pocos meses, 800 MW que se usarían en Sidor para liberar igual cantidad de MW de Guri hacia el Sistema Eléctrico Nacional.
Nunca han servido “ni para encender un bombillito”. La planta “A”, para 175 MW, está instalada, pintadita de rojo y casi lista pero jamás resolvieron cómo suministrarle combustible, es decir, gas y/o fueloil. Ni está hecha la subestación distribuidora. En el informe de ministros a la AN de 2011 aparecen esos 175 MW como “activos e incorporados al SEN”. Tremenda mentira. La Planta B está a pocos cientos de metros, arrumada, sin haber hecho nunca las obras civiles ni eléctricas complementarias. Ni siquiera le echaron la pinturita roja del uso politiquero. En Sidor aseguran que “se va a desmantelar para llevarla a otra parte del país”. De las otras dos plantas nada se sabe. Rumores de que están todavía en Guanta o que nunca llegaron. Nada confirmado. El gobierno nunca ha dado explicaciones.
Eso sí es “saboteo”. Gastar una millonada en dólares y bolívares y jamás hacer funcionar esas plantas. Pero para el anti obrero Maduro es más cómodo desatar una campaña “macartista” de persecución a los trabajadores para culparlos de un fantasmal “saboteo”. Esa es la forma de evadir la responsabilidad del gobierno en los apagones, el racionamiento disfrazado, el desastroso servicio eléctrico. Y eso que la Guayana industrial sigue castigada con unos mil MW de racionamiento obligado por destrucción de empresas. Perseguir trabajadores, sembrar terror, despedir empleados. Eso anuncian. Todo con tal de tapar la irresponsabilidad. ¡Hasta los dirigentes sindicales chavistas repudian esa fea maniobra! Tienen semanas rechazando esas acusaciones con mucha firmeza y con argumentos claros. Ellos han dicho lo que todos sabemos: que la culpa es del abandono de inversiones y del mantenimiento. De la pésima gerencia de los altos jefes colocados por el gobierno. Por el mal estado de muchas subestaciones e instalaciones en las ciudades. Y nosotros agregamos: por casi cero inversiones reales (mucho dinero del que no se sabe su destino) en plantas de generación ni líneas de transmisión nacionales. Por destrozar a Edelca, EDC y Cadafe en el monstruo súper burocrático Corpoelec, summa cum laude en ineficiencia.
Tocoma atrasada. Hace ya dos años que sus primeras turbinas debían estar generando energía, pero nada. Porque a pesar del financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nunca le pagan las obras al consorcio contratista brasileño. Ni siquiera por el constante “lobby” de Lula. ¿Y Planta Centro? Llena de cubanos en labores de “sapeo” y espionaje, pero nada que funciona ni aporta nuevos MW al SEN. ¿Y TermoSucre? Tiene 6 años de atraso. ¿Y la repotenciación de la vieja y pequeña Macagua I? Los detalles de varios de estos casos están en mi libro “Guayana: El Milagro al Revés”. ¡Allí está el verdadero saboteo! Bien bueno que las militaricen (aunque eso ya lo han hecho varias veces) para que no haya más excusas. No son las iguanas ni los rabipelados. Tampoco son misteriosos trabajadores “infiltrados”. ¡Es el gobierno y sus jerarcas el saboteador! Por incapaces, por corrupción, por indolentes e irresponsables.
TIP 1: Ruanda. Lo que hizo ayer el gobierno con esa infame “cadena” sembradora de odio al mediodía, es inaudito. Eso quedará grabado para la historia de la infamia. Tal parece que, como quedaron al desnudo con la falsa “quema” de los CDI, elaboraron esa pieza bochornosa, al estilo Ruanda para criminalizar a Capriles y a las organizaciones de Derechos Humanos como Provea. Investigue el lector el espanto ocurrido en aquel país instigado por campañas sistemáticas de odio en medios controlados por el gobierno y que llevó a un juicio en el Tribunal Penal Internacional.
TIP 2: Ayer, en la cadena infame del gobierno, mostraron como “la prueba” de un “ataque opositor” a un individuo mostrando botellas vacías, ENTERAS y chamuscadas. La farsa es tan torpe que ninguna botella entera podría haber sido usada como “cóctel molotov”, por razones obvias.
TIP 3: El voto masivo de los trabajadores de Guayana por Capriles (incluyendo miles que antes fueron pro gobierno) es lógico, dada la profunda destrucción industrial de Guayana y la persistente violación a los derechos laborales. Los culpables dentro del gobierno por ser los ejecutores de tanta ruina, de tanta corrupción e incapacidad, en lugar de renunciar y hacerse un “mea culpa”, han lanzado su campaña fascista de “limpieza” amenazando con despidos y atropellos a los trabajadores “por haber votado por Capriles”, tratando de convertir en delito la libertad de conciencia. Su brutal amenaza no ha amedrentado a nadie, y en cambio causó una repulsa colosal. Miles más votarían ahora por Capriles y contra semejantes represores. Quizás por eso, por sentirse abrumados de repudio, ahora andan “explicando” que “no quisimos decir eso”. Es un triunfo del pueblo digno haberlos obligado a retroceder pero aún falta mucho. Todos esos jerarcas deberían renunciar a sus cargos por vergüenza, en lugar de amenazar con despidos a los trabajadores.