Diario La Verdad (Zulia)
José Aguilar / Ingeniero Eléctrico / jgasaguilar@hotmail.com / @SoyJoseAguilar
La receta que está apagando al país es la misma de siempre. Fallan los MW térmicos por la desidia, la corrupción, falta de mantenimiento acumulado y se le da con todo a la Red Troncal de Transmisión que nos queda, hasta que algo revienta por el lado más débil y ocurre un gran apagón nacional
El calvario electro-energético de Venezuela continúa, y hace dos días el país volvió a sufrir el cuarto apagón nacional en menos de cinco meses, añadiendo sal a las heridas de la más severa restricción eléctrica, con un Guri que está 91 por ciento lleno y subiendo. Ya ni la consentida capital se salva y mientras más lejos del Guri estamos, tal es el caso del Zulia y los estados, Mérida, Trujillo, Táchira, Barinas, Apure, peor es la situación. En Maracaibo, la electricidad que recibe no es ni la mitad de la requerida, convirtiendo a la tierra del sol amada, en la tierra más odiada debido a los apagones.
La receta que está apagando al país es la misma de siempre. Fallan los MW térmicos por la desidia, la corrupción, falta de mantenimiento acumulado y se le da con todo a la Red Troncal de Transmisión que nos queda, hasta que algo revienta por el lado más débil y ocurre un gran apagón nacional. Lo normal es contar con una proporción hidro-térmica del 60 / 40 por ciento, y más o menos cinco por ciento, con la hidroelectricidad al frente, para el ahorro de combustibles.
Pero la debacle de los MW térmicos más costosos del mundo, ha hecho que esa proporción esté en el orden de 80 a 85 % (Hidro) / 20 a 15 % (Térmico) y eso pone al rojo vivo la transmisión, y crea un perfil inmanejable, de violaciones en los límites dinámicos (son variables) de operación segura de la red interconectada. Cuando se opera de esta manera tan irresponsable y negligente, cualquier falla puede ocasionar un gran apagón y se cae el sistema. Lo demás, es eso, está demás. El Sistema Eléctrico Interconectado de Venezuela, SEVI, no fue jamás diseñado para operar de esa forma y punto.
Para liberar a Venezuela, como ciudadanos requerimos de claridad, ética, moral y luces en la búsqueda indetenible de la ejecución perfecta en todo lo que emprendamos, ese ideal tal vez nos eluda. Pero estoy convencido que si perseveramos los buenos, -que somos más-, tropezaremos con la excelencia operacional para lograr las soluciones requeridas. Eso sería un gran salto para la nación que comienza con cada uno de nosotros. ¡Pa’lante que para atrás espanta!
http://www.laverdad.com/opinion/158235-infarto-electrizante.html