Informe de Associated Press Panorama petrolero es poco favorable

NOTITARDE (LA COSTA)

Michael Weissenstein/AP

Todavía están presentes los recuerdos de las fuertes llamas en la refinería El Palito, todo un infierno calórico que aterró a los porteños y acaparó atención nacional e internacional.

Puerto Cabello .- Solo las aguas sucias que brotan de las tuberías rotas del alcantarillado contienen el polvo frente al almacén de estatuas de santos y otros objetos religiosos de Ramón Boet.

A la distancia se ven las enormes tanquetas de petróleo frente a la refinería El Palito, que tiene más de 50 años de existencia y produce varios millones de dólares al año.

«No nos ayuda para nada», dice Boet, de 58 años, en momentos en que un apagón ciega los bombillos y luces de su almacén. El comerciante cierra antes de que anochezca. Teme que lo roben.

El valor del petróleo que hoy se vende de El Palito es cinco veces más alto del que se pagaba en el mercado internacional cuando Hugo Chávez asumió la presidencia del país en 1999. Ahora que Chávez murió, la compañía petrolera Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la vaca lechera que paga casi todas las cuentas del país, se encuentra en estado de desidia, tanto que analistas consultados dicen que aún si el barril de petróleo se vendiese a más de 100 dólares no va a ser suficiente para mantener a flote el país.

Solo se podrá seguir contando con las ganancias de la compañía petrolera si se hace una completa revisión y modernización de la infraestructura, afirman los entendidos.

La situación ahora es más urgente que nunca, dicen los analistas consultados. El precio del crudo ha bajado en las últimas semanas y el heredero de Chávez, el presidente Nicolás Maduro, poco ha hecho para recuperar la producción que está en declive, reducir una deuda de miles de millones de dólares y mejorar una infraestructura obsoleta, que el año pasado registró varios accidentes, incluida una explosión que mató al menos a 42 personas en la refinería de Amuay, la más grande del país.

Maduro no ha innovado por ahora. Confirmó al ministro de Petróleo y presidente de la petrolera estatal, Rafael Ramírez, y su gobierno se comprometió a seguir enviado a sus 16 socios de Petrocaribe petróleo y productos derivados, en condiciones preferenciales, a cambio de dinero y bienes tales como carne, atún, aceite, azúcar, café, frijoles negros, pastas y pantalones.

El programa requiere actualmente que los miembros paguen 60% del petróleo al contado y financia el resto a 25 años con un interés del 1% anual.

El dinero que recibe Pdvsa, que constituye el 96% de los ingresos del país por exportaciones, «no está generando suficientes ingresos para cubrir la totalidad de sus costos y poder entonces financiar con ellos sus compromisos», de acuerdo con Pedro Rodríguez Sosa, profesor del centro internacional de energía y ambiente del Instituto de Estudios Superiores de Administración en Caracas.

Es más, ahora la compañía ha tenido que recurrir a préstamos del Banco Central de Venezuela, algo que jamás se había visto en la historia de la industria petrolera de la nación.

Durante el año pasado, Pdvsa logró ingresos totales por 124.459 millones dólares, muy parecidos a los del año anterior, que fueron de 124.754 millones de dólares. Pero su deuda con proveedores subió un 35% en el 2012 y alcanzó los 16.747 millones de dólares, mientras que las acreencias con el Banco Central se multiplicaron por ocho en los últimos dos años.

El descenso del precio del barril petrolero se dio en el mes pasado en medio de una compleja situación económica que viene enfrentando Venezuela desde finales del año 2012, producto de un fuerte desequilibrio entre los ingresos y gastos del Gobierno.

Venezuela padece esta situación en medio de una inflación galopante que alcanzó en marzo una tasa anual de 25%. En los últimos siete años Venezuela ha registrado la mayor tasa de inflación de la región a pesar de tener control de precios y de cambio desde hace una década.

Luego de reportar el año pasado un crecimiento de 5,6% del PIB, algunas bancas de inversión y organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional prevén que la economía venezolana crecerá menos de 1% como consecuencia del desequilibrio en las cuentas fiscales.

Si bien Pdvsa logró en el 2012 cerrar sus balances en azul al alcanzar ganancias por 4.215 millones de dólares, la merma de 95.000 barriles diarios en su producción combinada con el aumento de las deudas con los proveedores y el endeudamiento de unos 26.190 millones de dólares con el Banco Central de Venezuela han generado dudas sobre la salud de la empresa y sus perspectivas futuras.

El ministro Ramírez destacó que el año pasado Venezuela terminó produciendo 3 millones de barriles diarios.

Pero algunos organismos independientes como la Opep estiman que la producción de Venezuela está por debajo de los cálculos oficiales y que ronda los 2,7 millones de barriles al día.

Ramírez dijo recientemente a la prensa que la corporación está enfocada en mantener la cuota de producción impuesta por la Opep, «y no me voy a salir de ahí».

El presidente de Pdvsa atribuyó el incremento de las deudas con los proveedores a una mayor actividad de explotación, que se evidenció en el aumento en la cantidad de pozos, que pasaron de 868 en el 2011, a 2 mil 10 el año pasado.

Ante la tendencia a la baja de los precios y el desempeño que tuvo Pdvsa en el 2012, los analistas consultados por la AP ven un panorama poco favorable para la corporación estatal.

El consumo interno de combustible en Venezuela está en unos 640.000 barriles diarios. Pdvsa debió importar de Estados Unidos hasta inicios de este año cerca de 154.000 barriles por día de derivados petroleros, entre los que se incluye gasolina, para cubrir las deficiencias en el sistema refinador local, según cifras del Departamento de Energía estadounidense.

Las importaciones petroleras de Estados Unidos sufrieron una fuerte caída en febrero pasado y se ubicaron en 58.000 barriles por día.

A pesar de todo, el mercado estadounidense sigue siendo el principal destino del crudo venezolano.

Venezuela exporta a Estados Unidos entre 800.000 y un millón de barriles diarios.

Jorge Piñón, director asociado del programa de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas con sede en Austin, afirmó que el Gobierno venezolano «utiliza Pdvsa como su caja chica para dirigir los programas sociales populistas», y sostuvo que la corporación ha «perdido su enfoque en la gestión de su negocio».

«Se está extrayendo más de Pdvsa, dejando poco dinero para el mantenimiento y la inversión de capital», dijo Piñón a la AP en entrevista telefónica.

Durante el año pasado Pdvsa dispuso 28 mil 830 millones de dólares para diversos proyectos estatales, tales como planes masivos de construcción de viviendas. Los aportes a programa sociales y proyectos estatales superaron en el 2011 los 30 mil millones de dólares.

Rodríguez Sosa indicó que ante las dificultades financieras que mostró Pdvsa el año pasado, el descenso de producción y el escenario de bajos precios petroleros, el gobierno de Nicolás Maduro debería asumir una postura más «pragmática» y liberar a Pdvsa de las pesadas cargas fiscales para que pueda concentrarse en su negocio medular y recuperar sus actividades de generación de crudos y refinación.

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