“La crisis del gas nos ha regresado a la leña”. Entrevista a Nelson Hernández

EL PITAZO

 

El ingeniero especialista en materia energética explicó que el problema con el gas doméstico es de orden estructural, pues responde a una crisis en todo el proceso que va desde la producción hasta la comercialización. Detalló que es el Estado el responsable de la crisis, pues este tiene 70% del dominio del rubro

De 35 kilobaudios (KLB) es el déficit de producción de gas doméstico en Venezuela y la cifra es palpable a lo largo y ancho de todo el país con las múltiples colas de personas cargando con bombonas mientras esperan a “que llegue el camión” o, peor aún, traslandándolas sobre los hombros a lo largo de varios kilómetros para conseguir comprar en los puntos de venta clandestinos que se han instalado.

El ingeniero Nelson Hernández, experto en materia energética, aportó este dato y explicó que la del gas doméstico es una crisis estructural, pues el problema se genera en toda la cadena desde la producción hasta la comercialización. En entrevista concedida a El Pitazo, el ingeniero indicó que la producción de gas doméstico “ronda hoy en día los 40 kilobaudios y el consumo total, incluyendo petroquímica, está en el orden de los 75 KBD”.

De igual forma destacó las complicaciones asociadas al hecho de que la empresa pública haya acaparado todo el proceso de distribución y comercialización del producto y señaló que “no hay un solución en el corto plazo”, pues se requiere inversión, cambios en el sistema y mejoras para poder levantar nuevamente este rubro que representa un servicio vital para los venezolanos, quienes han tenido que volver a la cocina de leña en los casos más extremos, para poder subsistir.

El ingeniero destacó que también hacen falta al menos 2 millones de bombonas para poder surtir la demanda nacional y que de las que circulan en este momento no hay garantía de que estén aptas para el uso doméstico.

“Motivado a que el reemplazo de la bombona tarda hasta 30 días, la población ha emigrado hacia el uso de electricidad, que tampoco hay. Se han comprado cocinitas de 2 hornillas eléctricas porque aun cuando la luz se va saben que en algún momento del día vendrá y podrán cocinar; mientras que si esperan el reemplazo de las bombonas, quizás no puedan cocinar en un mes. Incluso, en las poblaciones menores y áreas rurales se ha regresado al uso de la leña, etapa que estaba superada en Venezuela”, explica Hernández.

Para el ex funcionario de Petróleos de Venezuela «lo que sí es cierto es que el petróleo no va a ser nunca más la base sólida para un desarrollo prolongado de Venezuela; hay que buscar otras opciones, otras alternativas para generar riqueza, pero hacerlo desde el punto de vista del trabajo, no desde el punto de vista del rentismo», aclaró.

Cuál es el problema con el gas licuado o doméstico en Venezuela?

—El problema es estructural, ya que podemos ubicar la crisis en la obtención del producto y la distribución en general por parte de Pdvsa Gas y en la logística de distribución por parte de Pdvsa Gas Comunal.

La producción autóctona de gas licuado de petróleo (GLP -propano) no satisface la demanda nacional por la disminución de la producción de gas asociado —como consecuencia de la baja producción de petróleo—, la disminución de la riqueza del gas que alimenta a las plantas de extracción y la operación de las plantas de extracción por debajo de su capacidad optima de funcionamiento.

En cuanto al fracaso de Pdvsa Gas Comunal, los problemas vienen dados por el transporte, almacenamiento y distribución del gas, pues hay déficit de bombonas en cuanto a calidad y cantidad porque no hay suficientes y porque las que existen no cumplen con los parámetros de seguridad. Además está también el deterioro de las unidades de transporte primario y secundario y plantas de llenado que no cumplen con los parámetros establecidos y no tienen los equipos para trabajar. A todo esto se suma que la distribución no cuenta con un buen plan gerencial que mejore y haga cumplir los parámetros establecidos.

—¿Cuánto gas deberíamos producir para surtir al país y cuánto se produce realmente?

La producción de propano ronda hoy en día los 40 kilobaudios (KBD), y el consumo total, incluyendo los procesos petroquímicos en los que se emplea el gas licuado, está en el orden de los 75 KBD. El diferencial se importa y se le da prioridad el propano dirigido al sector doméstico y comercial.

.—¿En qué etapa es más grave la crisis: producción, distribución o comercialización?

La gravedad ocurre en los tres renglones: no hay suficiente producción (y no se dispone de divisas para importarlo), la logística de comercialización no está operativa a plenitud y la comercialización, referida a los precios, no cubre el costo de la cadena.

—¿Cómo es el proceso de distribución de gas en el país?

En el negocio del gas licuado actúa el Estado en casi su totalidad. Solo hay participación del sector privado en un 20 % a partir de la fase de almacenamiento y envasado y en la distribución final..

Las refinerías venezolanas están operativas?

Están operativas entre un 30 % y 40 % de su capacidad nominal. Pero el gas doméstico que allí se produce es muy poco; aun cuando las refinerías funcionan a plenitud. En la mayoría de los casos, este gas producido en refinerías se consume en los procesos que estas mismas deben ejecutar. Hemos podido escuchar a algunos dirigentes referir que hay acaparamiento y que se esconden las bombonas, pero la pregunta que debemos hacernos es si esto es real.

No hay acaparamiento en sí mismo, lo que sucede que cada quien cuida sus bombonas y todo porque existe un déficit de alrededor de 2 millones de bombonas y se estima que cada hogar debe tener 2 bombonas, 1 en uso y otra ya llena en «stand by», de tal manera de que al acabarse la de uso entra la otra y el cocinar no se interrumpe, pero esto no sucede hoy día. Hoy el parque de bombonas debería estar entre 14 y 15 millones de bombonas.

— Se habla de un déficit de 2.300 millones de pies cúbicos diarios. ¿Cómo se pierde este gas y por qué?

El déficit de gas metano es de ese orden y tiene lugar porque no se produce lo suficiente para satisfacer los requerimientos. El gas que se pierde es el que se denomina «gas arrojado a la atmosfera», y se pierde porque no existe o no está funcionando a capacidad la infraestructura que está conformada por líneas, compresores, y otros artefactos, requerida para la reutilización de ese gas.

— El gas doméstico tiene otro tipo de usos ¿se puede traficar con este hidrocarburo?

El propano tiene otros usos como materia prima en la industria petroquímica para la producción de olefinas de donde provienen los plásticos y resinas. Pero, la petroquímica venezolana no funciona a plenitud, no produce la materia prima, razón por la cual hay escasez de envases de plástico para los diferentes productos sólidos y líquidos sobre todo en el área de alimentos.

—¿Cree que la corrupción tiene algo que ver con los problemas de gas en Venezuela?

Sí hay influencia, sobre todo por los problemas por los que atraviesa Pdvsa.

—¿Cuáles son las medidas que deberían tomarse para mejorar la situación actual?

La crisis actual es estructural, por lo que se requiere de al menos 4 años para aumentar la producción de gas asociado, construir nuevas plantas de extracción y de fraccionamiento y poner las actuales a sus niveles de operación de diseño, así como regresar al sector privado la cadena de transporte, distribución y comercialización del gas doméstico.

—¿Hay alguna solución visible en el corto o mediano plazo?

—No con el gas licuado autóctono. Mientras se regresa a niveles de operación de 1998 se debe seguir importando, lo cual se hace cada día más difícil por la escasez de divisas y eliminación del crédito. crédito.

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