LA VERDAD (ZULIA)
Con electrodomésticos y bombillos dañados como consecuencia de las interrupciones del suministro, los ciudadanos se apostaron en plena Circunvalación 2, diagonal a la sede de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) de Amparo, donde exigieron una solución
Con «la protesta de los bombillos negros», habitantes de diferentes sectores de Maracaibo manifestaron ayer su descontento por los cortes del servicio eléctrico, los cuales aseguran se extienden ahora hasta por cuatro horas.
Con electrodomésticos y bombillos dañados como consecuencia de las interrupciones del suministro, los ciudadanos se apostaron en plena Circunvalación 2, diagonal a la sede de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) de Amparo, donde exigieron una solución.
«Se nos están quemando los artefactos, nuestros niños y adultos mayores están sufriendo por el calor. Ya tenemos tres años con esta situación. Se nos va la luz casi todos los días por dos, tres y cuatro horas. El llamado es para que hagan una verdadera inversión para el sistema eléctrico», manifestó Jorge Herrera, vecino de Los Estanques.
Junto a una lavadora descompuesta, Herrera hizo un llamado a Héctor Navarro, ministro de Energía Eléctrica, para que tome las medidas necesarias para solventar la situación.
«Bombillos negros»
Leonardo Fernández, dirigente juvenil de Un Nuevo Tiempo, aseguró que la protesta se denominó «bombillos negros», debido a que hasta los iluminadores se queman por las constantes fallas del servicio eléctrico.
«Aquí se dañan neveras, ventiladores y aires acondicionado, comprados con tanto sacrificio por los ciudadanos, sin que nadie les pague. Quitan la luz sin aviso, cuando todo el mundo sabe que los calores son infernales. Ya estamos cansados».
Criticó que Corpoelec no solo interrumpe el servicio eléctrico por las deficiencias del sistema, sino que le cobra multas a los usuarios por el consumo de energía.
Valmore Rodríguez, concejal de Maracaibo, aseguró que la crisis eléctrica que afecta a la población es producto de la falta de inversión del Gobierno, el despido de la gerencia calificada de la industria eléctrica, la politización del sector y la centralización de los recursos.
