CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
El fin de semana fue de emociones deportivas en grande. La noche del viernes el “Gocho” Johan Santana nos brindó un maravilloso no hit no run. Una joya con doble mérito porque viene de una lesión muy severa que usualmente pone fin a la carrera de los pitchers. Fue muy largo el trabajo y lo vimos recurrir a la sapiencia cuando el cansancio lo agotaba. Entró en la leyenda de Nueva York pues es el primer pitcher de los Mets en lanzar la joya en 50 años de historia del equipo fundado en 1962. Primero en hacerlo aunque con ese uniforme han lanzado fenómenos como Nolan Ryan, Tom Seaver y Dwigth Gooden entre otros. El sábado las emociones vinieron por el lado de la Vinotinto y en especial con el gol trenzado maravillosamente entre Juan Arango en un pase “con tiralíneas” y el oportunismo y olfato de gol de Salomón “Salo” Rondón. Un empate que vale oro pensando en el sueño de clasificar al Mundial.
Media Venezuela no pudo, sin embargo, disfrutar de esas dos emociones o en el mejor de los casos tan solo de una de ellas. ¿Por qué? Por un lado los apagones del racionamiento eléctrico impuesto por el monstruo burocrático de Corpoelec y como resultado de la desidia de años del gobierno en el abandono de las inversiones en el sistema eléctrico. En ambos momentos de emoción deportiva había cortes de energía programados y otros apagones producto de las fallas del sistema. El sábado fue notorio el racionamiento en zonas del Táchira, Mérida, Apure, Falcón y más.
Y en el caso del juego de Grandes Ligas del viernes en Nueva York, porque además de los apagones, el sectarismo y el uso malvado del poder, tienen a Meridiano TV sin señal abierta en media Venezuela solo porque a Conatel, es decir, al gobierno o a la “revolución” no le ha dado la gana, en 10 años de otorgar los permisos para los que esa TV deportiva ha cumplido con todos los requisitos de Ley. Quienes tienen TV por cable o satélite no tuvieron problemas, salvo si eran víctimas del racionamiento eléctrico. Quienes no, sufrieron del abuso de poder “robo-lucionario”.
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