El Carabobeño
Corpoelec les notificó a los vecinos que no dispone del transformador de 75 kva
Rosimar Sanchez
Son más de 70 familias que no tienen electricidad en sus casas desde el pasado sábado 15 de agosto, cuando explotó un transformador de 75 kva entre la avenida Las Clavellinas y la calle Hortensias en Trigal Norte.
Maryni Cubells, representante del consejo comunal de Las Clavellinas, indicó que la empresa Corpoelec les notificó que no disponen del equipo nuevo, por lo que los vecinos deben reunir aproximadamente dos mil dólares para comprarlo.
Cubells señaló que se trasladaron hasta la Gobernación de Carabobo para consignar un documento en el que solicitan al gobernador Rafael Lacava apoyo para reponer el aparato, pero no fueron recibidos.

Son más de 70 familias que no tienen electricidad en sus casas desde el pasado sábado 15 de agosto, cuando explotó un transformador de 75 kva entre la avenida Las Clavellinas y la calle Hortensias en Trigal Norte.
Maryni Cubells, representante del consejo comunal de Las Clavellinas, indicó que la empresa Corpoelec les notificó que no disponen del equipo nuevo, por lo que los vecinos deben reunir aproximadamente dos mil dólares para comprarlo.
Cubells señaló que se trasladaron hasta la Gobernación de Carabobo para consignar un documento en el que solicitan al gobernador Rafael Lacava apoyo para reponer el aparato, pero no fueron recibidos.
“Hemos ido a la gobernación y dicen que está cerrada por el COVID-19, no hay nadie que nos reciba. Hemos escrito a través de Twitter y nadie nos atiende”, expresó al tiempo que destacó que los habitantes de la comunidad no cuentan con los recursos financieros para comprar el transformador, puesto que la mayoría son personas jubiladas.

“Condición infrahumana”
Al no tener suministro de energía eléctrica, el día a día de los vecinos se complica. Algunos tienen media fase de electricidad en sus casas, pero otros no cuentan con el servicio.
Sin electricidad no pueden encender los hidroneumáticos que bombean agua por las tuberías y tampoco pueden usar las cocinas eléctricas, que es la alternativa que emplean ante la falta de gas doméstico. “Prácticamente todos son de la tercera edad, gente mayor, tienen que estar encerrados y la condición es infrahumana”.