Poca inversión y descapitalización del personal humano ponen en jaque los servicios de luz, agua y transporte

DESCIFRADO

 

Para los expertos el deterioro obedece a las fallas de una gerencia efectiva que sepa realizar una administración transparente de los recursos en pro de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos

La baja calidad en los servicios públicos y las constantes fallas existentes en los mismos han jugado en contra de los ciudadanos quienes padecen cada vez más los efectos de una economía en recesión y una calidad de vida en franco deterioro. Los apagones, cortes del servicio de agua, aunado a las deficiencias del transporte juegan en contra de la dinámica actual de las ciudades propiciando en muchos casos la anarquía. Para Aixa López, presidenta de la asociación civil “Comité de Afectados por Apagones”, la mala gestión y la negligenciahan sumido a los venezolanos a padecer graves penurias por las constantes fallas en los servicios de electricidad.

“Caracas, que en años anteriores había sido de alguna forma salvaguardada en materia de garantías, en mayor o menor medida, del sistema eléctrico, ahora no se escapa de los apagones; demostrando una vez más que en el país no existe un correcto mantenimiento de la estructura que soporta las líneas de tensión. En promedio en todo el territorio se registran unas 60 fallas eléctricas diarias lo cual representa un número elevadísimo.

Mientras el año pasado, en enero, hubo en promedio un 15 % de cortes para la fecha este número se ha elevado a por lo menos un 45 % con la añadidura que Caracas, Vargas y Miranda se han visto seriamente afectadas por esas restricciones. Entre enero y febrero de este año se han registrado en todo el país 750 fallas. La administración de cargas que hace el gobierno con la intención de salvaguardar al área metropolitana ya técnicamente no es posible, porque el sistema se ha descuidado tanto que técnicamente no hay forma de mantener ese esquema”, explica. López pone en duda la versión del ministro de la cartera de electricidad quien constantemente responsabiliza a la figura del “sabotaje” por las deficiencias en el servicio.

“Cuando encontramos declaraciones del ministro de Energía Eléctrica, Luis Alfredo Motta Domínguez, y del propio presidente de la República, afirmando que la mayoría de los problemas existentes se debe a situaciones de sabotaje consideramos que dichas historias son muy poco creíbles. El exhorto que se le hace al ministro en cuestión es que se realicen inspecciones tanto al parque hidroeléctrico como termoeléctrico de forma que se le pueda revelar la verdad de lo que está sucediendo a todos los venezolanos”. La organización no gubernamental exige que se haga un registro transparente de las condiciones del parque eléctrico del país y que no siga reinando la opacidad en la materia. “Es importante conocer cuales son las termoeléctricas que están funcionando y cuales no. En el caso del Guri es urgente inspeccionar cada una de sus 20 unidades para conocer su estado real porque estos problemas no obedecen simplemente a la generación sino a la transmisión de energía”.

Manifiesta que las plantas termoeléctricas no son capaces de asumir la demanda que no es cubierta por las hidroeléctricas. “En el caso de Guri, de las 20 unidades generadoras, me atrevería a decir que por lo menos 14 de ellas no están proporcionando la máxima capacidad para lo que fueron ensambladas. Ya no se puede ocultar la desidia existente en la administración eléctrica del país, siendo este un servicio básico para todos los venezolanos”.

Según la información que maneja la organización la mayoría de las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas están produciendo mucha menos energía en contraste con su capacidad real. “La capacidad instalada para el año 2016 era de 30.900 megavatios, dentro de las cuales 16.080 era de las termoeléctricas y 14.900 hidroeléctricas. De ellas 9.100 megavatios son producidos a través de turbogas, según los números que nuestros estudios revelan. Además Tacoa puede producir 1.200 megavatios pero solo tiene disponible 260 megavatios para Caracas. Termocentro genera 1.500 y solo están disponible 1.000; en la termoeléctrica Guarenas-Guatire se generan unos 156 megavatios. Así que esto demuestra que aquí el problema radica en la falta de inversión en materia de mantenimiento que atenta contra el desarrollo”. Añade que la falta de profesionalización del personal está jugando en contra de una de las empresas estatales más estratégicas del país.

“Está claro que cuando se pone a dirigir una industria tan vital como la eléctrica a personas que no tienen los conocimientos necesarios en gerencia ocurren estos problemas que atentan directamente contra la calidad de vida de todos”. Por su parte el ingeniero Winston Cabas, miembro de la Asociación Venezolana de Ingeniería, Mecánica y profesiones a fines (AVIEM), añadió que al menos el 90% de los transformadores eléctricos instalados en las subestaciones ameritan un mantenimiento preventivo más exhaustivo para que no se generen fallas a gran escala.

“En el sector existe una gran apatía que impide el cumplimiento de estos cronogramas de mantenimiento. Además en el campo de la generación la disminución es cercana al 70% en la operatividad de las centrales termoeléctricas por un déficit del combustible necesario para el funcionamiento de estos equipos, máquinas que también han cumplido su vida útil”.

Diáspora de la profesionalización

Ricardo Sansone, extrabajador y miembro activo de la ONG Familia Metro, explica que al igual que otros empresas estatales básicas el Metro de Caracas ha perdido el norte en materia de calidad, en principio, por la falta de una gerencia técnica que vele por el correcto funcionamiento y cumplimiento de estándares internacionales.

“Hoy en día el servicio Metro carece de todos los apoyos técnicos operativos, los cuales son necesarios para los cálculos de demandas de pasajeros, calculo de costo real en los boletos. Todos esos departamentos están totalmente desmantelados. Existe una baja calidad del servicio porque no hay un programa de mantenimiento, no hay una gerencia que promueva la compra oportuna de repuestos, hay estaciones dañadas con fallas estructurales así como de escaleras y torniquetes, mal iluminadas”.

Explica que existe una clara “descapitalización del recurso humano” y una diáspora que ha apoyado el colapso de un servicio tan vital para la ciudadanía. “En 10 años 2.200 personas se han ido de toda el área operativa, sin contar unos 2.500 que han sido retirados de la empresa desde 2003 principalmente por razones políticas. Metro de Caracas hoy en día no es la sombra de lo que era. La ruta de la línea 7, que es el VRT que llega hasta los Ilustres es también reflejo de esa situación; los autobuses ya no tienen aire, cámaras de seguridad vandalizadas, vidrios rotos y puertas que no abren. En líneas generales todas las empresas de servicios públicos están sufriendo una importante descapitalización del recurso humano, lamentablemente los mejor capacitados se han ido. Entonces actualmente Metro cuenta con un personal que no es el mejor capacitado”.

Añade que la diáspora de Metro está en Chile, Perú, Ecuador, Panamá, México, Colombia, República Dominicana, Canadá y otros países a lo largo del mundo. “Los bajos sueldos, la persecución política y el mal entrenamiento están jugando en contra de la estabilidad de la empresa”.

Para Sansone otro punto a considerar y no menos importante es la pérdida del equilibrio financiero de la empresa.

“Metro de Caracas al igual que otras empresas del Estado tienen una dependencia del presupuesto nacional. El equilibrio económico financiero está roto porque lo que antes ingresaba por razón de boletería era destinado para pagar la operación y mantenimiento pero hoy en día no es así. Anteriormente el Estado sólo intervenía en el tema de infraestructura, pero lo que se generaba realmente para sostener la empresa era por concepto de la venta de boletos”.

Vía al colapso

Sansone alega que el Metro ganó por muchos años como un de los sistemas más limpios del mundo, además era reconocido en materia de cumplimiento y seguridad, situación que en los últimos años se ha convertido en solo un recuerdo.

“Hay tres conceptos primordiales en materia de mantenimiento. Uno es disponibilidad, la misma se refiere al porcentaje que te dice a ti que tan confiable es el equipo que tienes disponible o no. Lamentablemente hoy en día esos números no existen, no se sabe cual es la disponibilidad de trenes. Evidentemente nuestras investigaciones propias nos indican que de 48 trenes que existen en línea 1 actualmente hay 12 que ni ruedan, estamos hablando de 25 % menos de de disponibilidad, trenes que comenzaron a arribar al país en 2008 y no tienen ni 10 años de vida. El otro concepto es confiabilidad, referido específicamente a la seguridad que cuando se enciende un equipo el mismo funcione. Hoy en día ese porcentaje de seguridad en el funcionamiento está por el 60 %. Una tercera parte de los trenes no tiene confianza de que funcione. El tercer concepto es mantenibilidad; ya que se está gastando mucho dinero, tiempo y esfuerzo en mantener los trenes rodando, es por ello que se le están quitando piezas a trenes que no funcionan. Lamentablemente los servicios de Metro, Metrobús y VRT en todo el país van en vías al colapso”.

Deterioro e improductividad

José María de Viana, ingeniero hidráulico y expresidente de Hidrocapital, las empresas públicas, incluyendo las hidrológicas, están profundamente deterioradas; los procesos de adecuación tecnológico se han demorado o no se han realizado y los recursos con los que cuentan son muy malos, aunado a los serios problemas de caja y acceso a divisas para la inversión.

“Prácticamente ningún servicio en este momento está generando satisfacción en un 100 % o cercano a esa cifra para ningún ciudadano contribuyendo a deterioro en la calidad de vida de todos los venezolanos. En los últimos 20 años en el caso de Caracas no se ha introducido una fuente adicional para surtir de agua y la ciudad ha crecido exponencialmente. Además los sistemas Tuy I y Tuy II están trabajando al 50 % de su capacidad por lo que claramente se puede afirmar que Caracas está recibiendo la mitad del agua que recibía hace aproximadamente 20 años. Más que la capacidad real de los embalses el problema radica en que sistemas y plantas de distribución están dañados o inoperativos, aunado a las fallas de bombeo. Para traer agua a Caracas hay tres sistemas grandes y deben funcionar en conjunto a través de todas las estaciones pero si se encuentran deteriorados entonces comienzan los problemas”.

Sostiene que desde el Ejecutivo se comenzaron a introducir durante años elementos perversos que van en contra del desarrollo como el congelamiento de las tarifas. “Además desde el año 2002 se comienzan a utilizar militares en puestos estratégicos dentro de las principales empresas de servicios. Esa tendencia se hace ley y comienzan las consecuencias directas sobre la calidad”.

“El tema de los servicios públicos los problemas comunes. Empresas que tenían una larga historia profesional como la electricidad, Metro, Hidrocapital, eran profundamente profesionales tanto en la gerencia, dirección como en la ejecución. Lamentablemente este Gobierno ha comenzado a colonizar estas empresas con personal altamente politizado, convirtiéndolas en un instrumento de proselitismo”.

De viana es enfático al afirmar que teniendo las inversiones correctas y aplicando criterios profesionales en los recursos humanos en seis meses es posible observar cambios sustanciales en todo el conglomerado de servicios.

Los próximos gerentes de esta empresa aplicando correctivos necesarios, con la transparencia en el uso de los recursos públicos van a traer grandes cambios que se verán directamente reflejadas en la calidad de vida de todos”.

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