La Patilla
Venezuela no ha superado la crisis de energía eléctrica que comenzó en 2009 y tuvo su peor desenlace en 2019 con un apagón nacional de cinco días. El servicio fue estabilizado pero las interrupciones no han desaparecido, sobre todo en el interior del país, donde los ciudadanos pueden pasar hasta ocho horas sin luz todos los días, o al menos tres veces por semana en el mejor de los casos.
Miles y miles de electrodomésticos se fueron a la basura tras la inestabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), sin contar las calamidades en los hospitales y clínicas -ahora con generadores externos para aguantar algunas horas-. Aunque las fallas giran en torno a la falta de inversión, representantes del Estado encontraron un nuevo culpable : las granjas de minería de criptomonedas o red Bitcoin, que de por sí, son legales en el país y operan bajo permisos.
Sin embargo, ya han comenzado a cerrar las granjas y a desconectar unas 12.000 máquinas -según cifras extraoficiales- porque se “roban los megavatios” o al menos así lo cree en controversial gobernador del estado Carabobo y uno de los hombres más populares del chavismo, Rafael Lacava.
Se cierran las granjas “por la necesidad que tenemos de esos megavatios que se están robando”, dijo Lacava en sus redes sociales ante la crisis en la que tiene al estado.
Al menos en la capital de Carabobo, todos los días se va la electricidad por al menos cuatro horas. “Ya estamos preparados, siempre se va cercano a mediodía”, dice a EL TIEMPO Antonio Solórzano, un adulto de la tercera edad que debe lidiar con las interrupciones y las altas temperaturas.