DIARIO LA MAÑANA (FALCÓN)

Desde “El Hato” hasta “Adícora”, incluyendo “El Supí” y “Buchuaco”, poblados que conforman, gran parte de la Península de Paraguaná; zona turística por excelencia de la entidad falconiana, el esencial servicio eléctrico se vio interrumpido por días debido a fallas en transformadores y caída de guayas.
Aún cuando el problema fue expuesto de inmediato a Corpoelec, los afectados no recibieron soluciones. Respuesta que los motivó a trancar las principales calles de sus sectores, pertenecientes al municipio Falcón, desde la tarde del lunes.
Hasta ayer en la mañana, las barricadas de ramas y palos permanecían bloqueando la vía de “El Hato”, entre las comunidades “La Redoma” y “La Placita”. José Antonio Rosell, habitante del lugar, rechazó “la incompetencia y falta de seriedad de la Estatal Eléctrica, que conociendo la situación no hizo nada porque según no tienen unidades cesta en Carirubana”, expuso.
“Es una burla para uno. La comida se nos dañó, nuestros electrodomésticos también. Informamos la situación y nadie hizo nada al momento, tenemos que andar pasando penurias”, expresó Carmen Jiménez, también lugareña.
En esta oportunidad, los protestantes le atribuyeron las incidencias al mal tiempo que el fin de semana se apoderó de ése lado de la costa paraguanera, “arrojando vientos huracanados y relámpagos”, dejándolos sin servicio por tres días, contados hasta ayer martes.
Este escenario, que normalmente es repetitivo por esos lares, también perjudicó la salud de los vecinos, según Nohelí Rosell, quien aseveró que sus tres hijas pequeñas, al igual que otros tantos niños y abuelos de la comunidad, padecen el virus de la chikungunya.
“Los zancudos nos han enfermado. Es fácil decir, no hay carro, no hay gente, no hay unidades. Hay que trancar calles y protestar para que le hagan caso a uno”, declaró la ciudadana.
“ADÍCORA”: 16 DÍAS SIN LUZ
Hasta ayer fueron 16 los días que gran parte de “Adícora”, incluyendo su calle principal, “La Marina”, no tenía energía eléctrica. “Llamábamos para que nos solventaran y salían con puras excusas”, dijo Eva Miranda, una de las residentes del lugar.
“EL SUPÍ”: GUAYAS ABAJO
La misma realidad se vivió por tres días, hasta ayer, en “El Supí”, por la caída de las guayas. Un transformador explotó y está a punto de caerse, en la calle “La Tranquilidad”. “Eso está así desde hace días, y nadie ha venido. Es un peligro porque las guayas están en un charco de agua, cualquiera que pase por allí puede terminar muerto”, refirió Carlos Bonilla, oriundo de la comunidad costera.