DIARIO EL CARABOBEÑO
En menos de una semana, tres apagones eléctricos paralizaron transacciones financieras y comerciales en Puerto Cabello por más de dos horas. Comerciantes y empresarios locales advierten que con cada interrupción las pérdidas son incuantificables.
Para Eloisa Suárez, encargada de una tienda, la contingencia ya se convirtió en rutina. “Ahora cuando veo que todo se queda a oscuras, sencillamente le paso llave a la caja, la guardo en un lugar seguro y cierro la puerta. Sí hay clientes adentro les pido que por favor nos concentremos en un lugar y pienso en la venta que dejé de hacer”.
Las interrupciones tienen a la línea 115 KVA como protagonista de una situación que los pasados sábado y martes dejó el 80 por ciento del municipio sin energía. Con cada falla, habitantes de diversos sectores también son afectados por igual.
Este miércoles la tercera falla se suscitó en el tramo Planta Centro-Valle Seco, que afecta principalmente el casco central e histórico de la ciudad. Aunque no fue a un importante conglomerado de la ciudad, igual afectó debido a que dejó sin servicio eléctrico por espacio de hora y media a siete entidades bancarias.
Carlos Roque, habitante de la costa oriental de Falcón, no tenía ni cinco minutos de haber llegado junto a su padre a uno de estos bancos, cuando se suscitó el apagón. Venían a cobrar la pensión, pese a las dificultades que tiene para caminar. Frustrados decidieron regresar a su pueblo con las manos vacías.
Marisol Alvarado, secretaria de una agencia aduanera, perdió este miércoles parte del trabajo realizado en su computadora.
En un solo centro comercial, cerca de 22 oficinas donde funcionan aduaneras, consultorios médicos, salas de redacción de medios y centros de copiado, así como varios comercios, entre ellos un agente de telefonía móvil, cerraron sus puertas en espera del retorno de electricidad.
El pasado martes no corrieron la misma suerte, pues con el segundo apagón, provocado también por una falla en la línea 115 KVA, que sacó a las subestaciones Valle Seco y La Elvira, decidieron cerrar sus puertas con la esperanza de que este miércoles la situación fuese diferente. Pero no sucedió así y el pronunciamiento de las autoridades sobre los hechos nunca llegó.
Los argumentos
Diversas son las excusas que la gerencia de Corpoelec Eje Costero ofrece para justificar los apagones que la referida línea de alto voltaje provoca en la zona. El roce de una rama de árbol, un pájaro que pretende anidar sobre el tendido, una tormenta eléctrica, un punto caliente, un puente abierto (tensión del cableado), altibajos de la fluctuación del voltaje, son parte de esos argumentos que se ofrecen a la colectividad cada vez que se suscitan estos apagones. La promesa de instalar una nueva red para este cableado de alta tensión que se alimenta de varias subestaciones y compromete el servicio eléctrico de varios estados, es reiterada como la de una Planta Centro con sus seis unidades operativas al máximo con un aporte que supere los dos mil megavatios.
La mayoría de los porteños, como Juan José Rosales, opinan que la promesa continuará siendo electorera y que nunca se consolidará.