CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Cuentan dentro del PSUV que los asesores brasileños de la campaña del candidato del pasado y el continuismo, duplicaron sus alarmas tras el resultado de las elecciones sindicales de Ferrominera. Confirmaron que hay cientos de miles de “votos ocultos”, tantos como al menos mil hubo entre los 5 mil votantes de Sintraferrominera. Dicho en otras palabras, en Ferrominera las cuentas (y encuestas) eran al menos mil votos de ventaja en favor de la plancha oficialista. Contados y recontados. Área por área. Mesa por mesa. Pero perdieron por casi 400. O sea que hubo más de mil que decían una cosa frente a las amenazas y las presiones y otra la que por dentro pensaban. A mi juicio, más bien todos esos atropellos de humillación terminaron de indignar a muchos. Y así ocurre en el país. ¿Cuántos son? Nadie lo sabe con exactitud, pero son bastantes. ¿Un millón? ¿Dos? ¿Muchos más?
La decepción, el descontento, el cansancio, el desengaño con el gobierno por su fracaso pero sobre todo por su “bla bla bla” mentiroso, son enormes. Miremos los más recientes episodios en Guayana (sin relatar cien casos similares en el resto del país). El domingo, Chávez y el ministro Menéndez anuncian que “hemos aprobado 684 millones para pagar todos los pasivos laborales de 30 mil trabajadores de las empresas CVG”. Unos años atrás, el efecto de la coba habría durado unos meses, al menos. Esta vez ni un día. Todos los trabajadores se sintieron burlados. Saben que ese dinero no corresponde a ninguno de tantos pasivos que el patrono gobierno tiene con ellos. Que ese es dinero retenido por las estatales de cuyos intereses deben responder según la Ley del Trabajo de 1997. De allí parte de las protestas de estos días.
Otro caso es el de los “tercerizados”. Aparte de que fue Chávez y su gobierno quienes tercerizaron hace varios años a miles de ellos con el cuento de las cooperativas socialistas, las repetidas promesas ya cansan. Los asesores brasileños recomiendan que Chávez salga y le eche toda la culpa a Oliveira y otros funcionarios, incluyendo a Rangel y Gil Barrios y se haga el “Robin Hood”. Le recomiendan sacrificar a esos “camaradas”, porque “lo único que importa es Chávez”. Y ordene meter a todos esos trabajadores en nómina. Aunque haya sido el propio Chávez quien aprobó frenar esos ingresos hace ya casi un año.
¿Y con la prohibición ordenada por Chávez de discutir contratos colectivos? Allí están las cartas de Jaua y la ministra Iglesias como prueba total. Dicen que eso seguirá “porque es estratégico” dejar morir esos convenios para sustituirlos por las dádivas “generosas” que haga el propio Chávez cuando él decida sin que sea producto de negociación ni lucha alguna. Todos sometidos y dependientes del líder. En ese camino se avanzaría (para este columnista es en realidad un brutal retroceso pero ellos dicen que eso es “profundizar la revolución”) si Chávez ganara el 7 de octubre.
Nadie lo sabe con certeza pero la versión más difundida ayer era la suspensión de la visita electoral del candidato Chávez a Guayana. El esplendoroso triunfo de los trabajadores ferromineros y las duras protestas de calle de los tercerizados de Sidor y los empleados de Venalum no servían al propósito aclamacionista. No obstante…
Preguntas al candidato Chávez
(en el año 14 de su largo gobierno):
– ¿Usted viene a poner otra vez la “piedra fundacional” de la Ciudad del Acero, la Ciudad del Aluminio, la “nueva siderúrgica”, la “nueva fábrica de tubos” y la Planta de Pulpa y Papel?
– ¿Cuántas veces va a anunciar las mismas cosas?
– ¿Cuántas veces va a hablar en futuro de la planta de calcinación de coque de Carbonorca si ese proyecto tiene más de 10 años listo e incluso fue aprobado con todo detalle en el Plan Guayana Socialista 2009 sin que su gobierno haya invertido ni un bolívar?
– ¿Y las termoeléctricas de Sidor? ¿Cuándo le van a decir la verdad al país?
– ¿Hasta cuándo su gobierno va a mantener ese “negocio” antinacional y entreguista de la soberanía de tener cerradas a Tavsa y a las plantas de refractarios para importar tubos de China y México e importar refractarios de Brasil?
– ¿Hasta cuándo usted va a sostener esa indignante discriminación contra los 15 mil venezolanos sidoristas propietarios del 20% de Sidor a quienes no les quiere pagar sus acciones mientras a la transnacional si le pagó sus 2 mil millones de dólares? ¿Ni siquiera por demagogia electorera? ¿Le va a dejar a Capriles la responsabilidad de hacer justicia en el nuevo gobierno?
– ¿Si usted asume ser quien “ordenó bajar la cuchilla para bajar la producción de las empresas del acero y el aluminio”, por qué se ha negado a asumir también el deber de aportar los recursos para reconstruir todo lo que destruyó?
– ¿Por qué, en 14 años su gobierno, con tanto dinero y tanto poder, no ha promovido ni desarrollado ni un solo nuevo proyecto industrial en Guayana para transformar hierro, acero o aluminio y darle valor agregado lo que sería un paso de progreso y de independencia nacional?
