DIARIO LA NACIÓN (TÁCHIRA)
Distintos voceros del consejo comunal “José Francisco Sierra” con domicilio en el barrio Walter Márquez, hicieron un llamado a las autoridades municipales y regionales para que atiendan numerosos problemas relacionados con la falta de alumbrado público, así como con la contaminación a causa de descuidos en el manejo del aseo ya que, exclaman, se encuentran a sólo dos kilómetros del vertedero de basura de San Josecito.
José Leonardo Pérez, vocero principal, manifestó su preocupación por la proliferación de enfermedades respiratorias que se han venido dando en su comunidad. “Todos los días pasan camiones del aseo por aquí, derramando el líquido de la basura por todas nuestras calles. Nuestros niños respiran eso todos los días”, dijo, refiriéndose también a que esta comunidad no es atendida debidamente desde su fundación hace unos 25 años.
“Nos declaramos en abandono. Ni Corpoelec, ni la alcaldía, ni la gobernación vienen a plantear una solución. A quien sí le agradecemos es a Hidrosuroeste quien sí ha cumplido a carta cabal con nuestra comunidad”, expuso.
Por otra parte, Pérez se refirió a una promesa de solución que les hizo el gobernador José G. Vielma Mora durante su campaña y de la cual no han recibido respuesta alguna, asegurando que ya no les sorprende este tipo de percances, por lo cual les queda encomendarse a “Dios y la virgen”.
Expusieron que están cansados de enviar cartas de solicitud de ayudas a los organismos competentes debido a que también presentan numerosos casos de personas con cáncer en dicha comunidad. “Aquí nadie nos cumple, no hay quien venga a nuestra comunidad a ayudar a estas personas. Hay una señora con cáncer de cuello uterino y sólo espera la muerte”, manifestó el vocero.
“Hace poco las autoridades hicieron la cancha deportiva de nuestro barrio; queremos saber cuánto se invirtió y si hay garantía, pues dicha obra ya no sirve para nada. Los vecinos de la parte alta están preocupados por unos gases que están emanando de una tanquilla anterior al embaulamiento de aguas pluviales. El alcalde mandó a hacer las tapas pero no las sellaron, por lo que ya se dañaron y los olores son insoportables”, se lamentó
