EL NACIONAL
La iniciativa es parte del convenio de cooperación con Cuba, en el que la isla fue intermediaria en la compra de los equipos, señalaron fuentes del sector
ANA DÍAZ
El parque de plantas de generación distribuida aporta actualmente al Sistema Eléctrico Nacional 241,80 megavatios de su capacidad instalada de 865 MW, lo cual significa que apenas 28% de esas plantas está en operación, informaron fuentes de Corpoelec que pidieron no ser identificadas.
“Con la sequía actual, cuando las autoridades eléctricas apelan a cada megavatio térmico disponible, esas plantas están funcionando a reventar, con el riesgo de que colapsen porque no se les hace el mantenimiento adecuado”, señaló una de las fuentes.
La generación distribuida consiste en la instalación de grupos electrógenos con unidades conectadas entre sí y cuya capacidad es de 10 a 70 kilovatios. La iniciativa fue presentada por el gobierno como la solución a la crisis eléctrica de 2009-2010, ocasionada por la caída del aporte de la energía desde Guri, afectada entonces por la fuerte sequía ocasionada por el fenómeno de El Niño.
El programa, que forma parte del convenio de cooperación de los gobiernos de Venezuela y Cuba, fue cuestionado en su momento por expertos dentro y fuera de Corpoelec, dado el alto precio del kilovatio instalado (1.500 dólares), cuando en una planta grande, moderna y de ciclo combinado el KV costaba de 900 a 1.000 dólares.
El número de plantas involucradas llega a 969, de las cuales 106 están ubicadas al sur del país, 147 en oriente, 124 en occidente, 285 en los Andes y 121 y 54 en las regiones insular y capital, respectivamente.
Las fuentes consultadas indicaron que el precio total de los proyectos alcanzó 1,3 millardos de dólares y contemplaba instalar 1.040 MW.
Los especialistas consideran que los grupos electrógenos solo son útiles para regular la carga en regiones aisladas, lo que los hace poco eficaces en un sistema eléctrico interconectado como el venezolano. “Para Cuba, donde la mayoría de los usuarios están en zonas rurales y de difícil acceso, se justifica esta generación, no así y tan masivamente en Venezuela”, explicó uno de los informantes.
El presidente Hugo Chávez fue un impulsor entusiasta de los grupos electrógenos de generación distribuida, al punto de que anunció llevar el programa a 2.000 MW de capacidad instalada. “Por fortuna, el plan se detuvo porque era costoso y su manejo y mantenimiento muy engorrosos”, dijo una de las fuentes allegadas a Corpoelec. Y es que a los pocos meses de su instalación, las unidades de generación distribuida comenzaron a presentar problemas ya que requerían continuos mantenimientos porque sus filtros se saturaban con los residuos del combustible –diesel– utilizado para ponerlas a funcionar.
Las fuentes consultadas aseguraron que “el resultado de esta iniciativa es negativo”. Entre las causas del colapso de esas instalaciones mencionaron el vencimiento de la vida útil de muchos de los equipos, de marcas estadounidenses y europeas, que no estaban recién salidos de las fábricas sino que habían sido repotenciados.
Otra limitación es el suministro del diesel mediante gandolas en lugares apartados y de difícil acceso donde se encuentran la mayoría de las plantas, además de que resulta muy costoso el uso de ese combustible que Petróleos de Venezuela debe importar en parte por la menor producción en las refinerías del país.