CORREO DEL CARONÍ
José Aguilar, consultor eléctrico internacional, advierte que el diseño inicial de la represa estuvo orientado a apalancar la construcción de nuevas compañías en la zona del hierro y no para abastecer al centro y occidente del país.
Argenis Chávez, presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y Héctor Navarro, ministro de Energía Eléctrica, aseguran al culminar la construcción de la Hidroeléctrica Manuel Piar (Tocoma) los problemas de generación se resolverán en gran medida con el envío de más energía desde Guayana hacia el centro y occidente del país.
El proyecto que incluye una tercera línea de la red troncal de transmisión requiere de miles de millones de dólares y tiempo. En sus declaraciones los funcionarios han dejado ver que la obra será sacada a licitación internacional y permitirá proveer más electricidad, unos 3 mil megavatios, a las zonas donde se requiere.
José Aguilar, experto en sistemas eléctricos, consultor internacional e investigador de la crisis eléctrica en Venezuela, advierte que Tocoma estaba preconcebida para el desarrollo de Guayana y su crecimiento industrial, por lo tanto usar los 2.160 a 2.360 megavatios que generará para sacarlos al occidente implica frenar a la región.
“Pretender sacar 3 mil megavatios más fuera de Guayana con líneas de transmisión adicionales implica llevar la capacidad actual de 11.500 megavatios a 14.500 llegando al límite del tope práctico del diseño, por lo que no quedaría mucha potencia para que Guayana pueda crecer… es decir estaría en marcha el homicidio de la industrialización de Guayana y con ello la de Venezuela”.
Apunta el ingeniero que la idea de sacar la energía de la región “manifiesta una falta de compromiso con la zona lo que a su vez impactaría a los estados con actividad industrial como: Anzoátegui, Lara, Carabobo, Zulia y Aragua. Y a la larga se traducirá en más importaciones y menos empleo de calidad para los venezolanos”.
Vulnerabilidad en puerta
Por otro lado, intensificar la dependencia energética del bajo Caroní es un riesgo que considera innecesario, toda vez que aparta del desarrollo hidroeléctrico los embalses ubicados en Los Andes.
Una hidroeléctrica posible es La Vueltosa, cuya obra debió ser inaugurada en el 2000 y hasta la fecha tiene un fuerte rezago.
“La capacidad instalada de esta planta es de 514 megavatios con un eventual aumento de su potencia a los 771 MW, y daría una gran solución al sistema eléctrico nacional, trayendo consigo estabilidad, ahorro de combustibles y generación más confiable que la térmica”.
José Aguilar critica que el gobierno promocione a Tocoma como la gran solución a los problemas del sector eléctrico.
“Tenemos que desmitificar a Tocoma. Primero su costo original era de 2.400 millones de dólares, y ahora está costando 6 mil 240 millones de dólares ¿Por qué? Este daño a la nación debe ser investigado a fondo y sus responsables deben ser castigados. Otro punto es que la central debió estar lista en el 2007 ¿Por qué los retrasos?”.
Tocoma cierra una fecunda etapa hidroeléctrica
El especialista asegura que son más las dudas y cuestionamientos que se ciernen sobre las obras de envergadura en el sector eléctrico que las ventajas y posibilidades de solución.
Reconoce el ingeniero que Tocoma es necesaria y marca el punto final a una excelente planificación de aprovechamiento de la cuenca baja del Caroní. A su vez la central va a permitir una expansión de Guayana si la energía es orientada en una red de transmisión que no salga de la entidad.
De lo contrario seguir sacando la electricidad del Caroní a otras zonas limita las posibilidades de la región a la hora de ampliar el aprovechamiento de las materias primas, no sólo en Guayana sino también en el resto de municipios en los que se intente realizar tal desarrollo.
