Diario La Verdad (Zulia)
José Aguilar / Ingeniero Eléctrico / jgasaguilar@hotmail.com/ @SoyJoseAguilar
La electricidad, que en la democracia se utilizó para apalancar y propulsar el desarrollo de Venezuela hacia el primer mundo, ha sido utilizada en la era de la tiranía como un instrumento de destrucción, para someter a toda una sociedad a través de la carencia de ella
El descaro se suma a la demagogia, la corrupción, la opacidad, cinismo y no podía faltar una pizca de impunidad, ingredientes claves de las herramientas detrás de las cuales, los que continúan esquilmando el tesoro y futuro de la gran mayoría en Venezuela en beneficio de un grupito inescrupuloso, amoral y antiético y cuyo única meta es el poder por el poder, mas no por el bien nacional. En algunos casos todavía no sabemos, si es por error u omisión, pero el hedor y salpicado de complicidad traicionera, aflora mientras más escandalosas ollas se destapan.
Nunca en la historia del mundo conozco de un caso similar, donde una nación hubiese malgastado tanta plata para terminar con tan poca y pésima energía. La electricidad, que en la democracia se utilizó para apalancar y propulsar el desarrollo de Venezuela hacia el primer mundo, ha sido utilizada en la era de la tiranía como un instrumento de destrucción para someter a toda una sociedad a través de la carencia de ella.
Este accionar no conduce a buen puerto a la nación, que como un navío se encuentra a la deriva, no sin haber tenido muchos de sus hijos que haber abandonado el barco para recalar en muchas distantes latitudes del mundo, en busca de mejores posibilidades, a pesar de haber nacido en una “tierra de gracia”, ahora son náufragos en distantes latitudes, porque a los que les correspondían luchar por ellos, lo que han hecho es darle un tiro de gracia a sus sueños.
En los próximos 100 días, la interminable crisis eléctrica entra en remisión por cíclicas bajas demandas, si en este período nos afectan los bajones y apagones, prepárense para lo que viene después, pues los problemas de fondo no han sido resueltos y lo que es más, se están agravando.
Nuestro sistema eléctrico no puede soportar el ansiado retorno a casa de nuestros hijos y tampoco el “Hecho en Venezuela”. Mientras aquí se destruye la economía, se propulsa la de otros países que surten a Venezuela de lo que ella es capaz de producir, si sus esclavizadores y cómplices salieran del poder. El hasta cuándo de esta tragedia lo pone usted. ¡Pa’lante, que para atrás espanta!
http://www.laverdad.com/opinion/148905-tensa-calma-electrizante.html