CORREO DEL CARONÍ
La muerte de dos empleados de la industria eléctrica en el estado Aragua, en medio de una trifulca vecinal el pasado miércoles por las frecuentas fallas del servicio, ha estremecido al personal de la Corporación Eléctrica Nacional, cuyos representantes sindicales en el estado Bolívar exigen protección policial para cubrir las emergencias que se presentan de noche o en la madrugada ante el temor de ser linchados.
“Ante la anarquía que se produce como resultado de los constantes apagones, no son los trabajadores los saboteadores, no son los responsables, nosotros no tenemos chalecos antibalas para ir a atender los apagones en las comunidades enardecidas. Nuestras únicas armas son un alicate y un carnet que nos acredita como trabajadores de Corpoelec”, afirmó Francisco Alarcón, dirigente oficialista del sector eléctrico.
Alarcón denunció la desinversión en el área de distribución y destacó la labor de los trabajadores eléctricos quienes sacan de sus bolsillos para abastecer de gasolina los camiones de Corpoelec.
Trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) suman líneas a la larga lista de preocupaciones, principalmente en el área de distribución. Ya no son sólo las crecientes fallas diarias, el deterioro de las unidades y la falta de dotación e inversión.
Ahora deben lidiar con las agresiones verbales y físicas que en la madrugada del jueves terminaron en el asesinato de un trabajador de la industria en el estado Aragua, José Gregorio Ramos, y su hermano Leonardo Ramos, empleado de una contratista de Corpoelec.
Ambos -junto a una cuadrilla de la estatal- acudieron a solventar una falla en una localidad al este de Aragua a las 10:30 de la noche del miércoles. En medio de los reclamos de la comunidad, sujetos accionaron sus armas y los hirieron mortalmente.
Francisco Alarcón, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del estado Bolívar (Suteeb) y secretario ejecutivo de la Federación Eléctrica Nacional, repudió el hecho y solicitó a Corpoelec -como en otras oportunidades- garantizar la integridad física del personal.
“Ante la anarquía que se produce como resultado de los constantes apagones, no son los trabajadores los saboteadores, no son los responsables, nosotros no tenemos chalecos antibalas para ir a atender a las comunidades enardecidas por la falta de suministro eléctrico. Nuestras únicas armas son un alicate y un carnet que nos acredita como trabajadores de Corpoelec”.
Alarcón recalcó que son los trabajadores los que se encargan de pagar la gasolina de las unidades, así como repararlas, con sus salarios.
“La gerencia no está comprando nada. Estos camiones se mueven porque los trabajadores los mueven. El día que los trabajadores se molesten y decidan no pagar la gasolina, se para la industria eléctrica y nos meterán presos a todos porque nos van a acusar de desestabilizadores”.
Agresiones previas
Para Alarcón es vital despolitizar la crisis del sector eléctrico y atender el problema,
pues asegura que a la preocupación por la falta de implementos de seguridad se suma la inseguridad y el riesgo latente de ser asesinado durante el ejercicio de sus funciones.
“Con bombos y platillos anunciaron la militarización de algunas subestaciones a nivel nacional, nos preguntamos por qué no dedican parte de esos efectivos castrenses a que resguarden la vida de nuestros trabajadores”.
Al solicitar a las comunidades no agredir a los trabajadores, señaló que no atenderán fallas en los lugares en los que no se les garantice su seguridad. “Donde los trabajadores consideremos que no se nos garantiza nuestra integridad física no vamos a atender esa falla hasta que no haya el debido resguardo policial”.
En el estado Bolívar, aseguró, ya se han registrado agresiones verbales y físicas. “Nuestros trabajadores han sido secuestrados dentro de las comunidades, se les ha quemado cauchos y nos han agredido físicamente. Este distrito fue víctima del hampa, le abrieron los vehículos a los trabajadores porque no hay seguridad para nuestro personal; sin embargo, salen todos los días a hacer el trabajo”.
Demanda creciente
El dirigente sindical manifestó que los “verdaderos saboteadores” de la industria eléctrica son quienes toman las decisiones. Sostuvo que el sector es previsible, de modo que se pueden determinar y corregir las fallas a tiempo.
Aseguró que aún cuando haya suficiente generación eléctrica, el área de distribución no ha recibido la inversión necesaria.
Afirmó que la demanda ha crecido por encima de las previsiones, pasando de un estimado de 6% de crecimiento anual a 9% y 12%.
Agregó que el personal de la industria lleva tres años sin dotación de botas, herramientas e indumentarias y aún así siguen trabajando.
Sin pronunciamiento oficial El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del estado Bolívar (Suteeb) y secretario ejecutivo de la Federación Eléctrica Nacional, Francisco Alarcón, manifestó que pasados dos días del asesinato de los trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) en el estado Aragua, la directiva de la estatal no se ha pronunciado ni siquiera para lamentar el suceso. “Exigimos unas autoridades que sientan al trabajador y tengan fibra humana, y sientan lo que siente esa madre que perdió a sus dos hijos trabajando y no por un cortocircuito”. Alarcón pidió al presidente de la República, Hugo Chávez, poner atención a la situación interna de Corpoelec. |