Tribulaciones electrizantes

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

Por José Aguilar / Ingeniero / jgasaguilar@hotmail.com y @800GWHMWH

Sin el “imperio” no tendríamos que comer. Fue en 1944 cuando el “balance económico de la producción y ella misma” era de 800 mil BPD. ¡Setenta años de atraso! Solo queda un 33 por ciento del 100 por ciento. Nada consciente y cero eficiente

La verdad anunciada por la opinión colegiada de los técnicos profesionales del país sobre la insostenibilidad e inviabilidad del Gobierno arranca el 2014 con escasez, inflación y la erosión acelerada de la calidad de vida. A los que sufren de amnesia social se les recordará que Miraflores negó enfáticamente antes, durante y después de recientes procesos electoreros que no habría devaluación, siendo siempre la culpa de “otro” y nunca de la revolución y sus fracasadas políticas energético-económicas.

El meollo es dónde están los reales. El “balance económico real” de la producción petrolera (generador del 98 por ciento de recursos vía exportaciones) es de 800 mil barriles diarios (BPD). No importa cuántos “millones de BPD” tenga PDVSA si solo 800 mil BPD hacen chinchín en la “caja registradora” del tesoro de todos los venezolanos. La respuesta es de mi eminente colega ingeniero Nelson Hernández: 550 mil BPD a China, 450 mil BPD para el Alba y “chulos”, más 600 mil BPD de consumo interno ultrasubsidiado.

Sin el “imperio” no tendríamos que comer. Fue en 1944 cuando el “balance económico de la producción y ella misma” era de 800 mil BPD. ¡Setenta años de atraso! Solo queda un 33 por ciento del 100 por ciento. Nada consciente y cero eficiente.

Compatriotas, lo que queda es la calle ya. Adiós lo “convencional”. La Carta Magna da amplia institucionalidad ante el mundo.

Nos quedan dos cosas: la revolución fallida y el “colaboracionismo” y muchos a quienes les importa más su efímera cuota de poder que el país. A quienes les quede el zapato, que se lo pongan. ¡Basta ya!

Sin calle es imposible que Venezuela tenga nuevos tiempos, jamás habrá primero justicia, democracia en acción y respeto por la voluntad popular de quienes anhelan una mejor Venezuela. Nos queda dar el resto. ¡Reaccione! La calle nos llama ya. ¡Manos a la obra, que sí se puede!

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