Crónica Uno
Residentes del sector Ayacucho en Táchira, tuvieron que comprar los fusibles ya que Corpoelec no contaba con el insumo. En el sector Campo Alegre sus habitantes reúnen dinero para comprar el dispositivo eléctrico.
San Cristóbal. “A punta de colectas” fue como más de 100 familias del sector Urdaneta, en el municipio Ayacucho del estado Táchira, reunieron el dinero para la compra de un transformador ante la falta de respuesta por parte de Corpoelec, que los dejó por más de tres semanas sin energía eléctrica.
La “tragedia griega” como la calificaron los vecinos inició hace varios meses, cuando el equipo comenzó a estallar de forma reiterada. En aquel entonces los trabajadores de la estatal eléctrica acudían para arreglarlo y así poder restablecer el servicio eléctrico en la comunidad.
A pesar de esto, llegó el momento en que el transformador no funcionó más, lo que significaba que debía ser reemplazado. Sin embargo, esto no se cumplió por parte de Corpoelec, lo que prendió las alarmas en los habitantes al tener que solucionar por sus propios medios.
Es así como comenzaron hacer rifas o pedir dinero para poder costear la compra del transformador, ya que el aparato en el mercado tenía un costo de 2200 dólares, cifra significativa para una zona en la que viven personas de bajos recursos y además, hace vida un ancianato en el que habitan más de 10 adultos mayores.
El Sistema Eléctrico Nacional registra fallas constantes en la región andina. Sumado a los continuos cortes eléctricos, las averías se han hecho recurrentes.
Sin insumos
Jorge Pérez, residente de la comunidad, contó que cuando ocurrió la falla recolectaron dinero para la compra del transformador. Al ser instalado funcionó, pero con el correr de los días se quemó, razón por la cual tuvieron que hacer una nueva compra.
“Esto no debió ser posible, ya que nosotros no contamos con la plata para poder pagar, ya que el Estado venezolano es el que debe garantizar el suministro de los equipos y no la población”, expresó.
Esto significó días de lucha para las 100 familias. Tanto así que el esfuerzo unificado logró que pudieran recoger al menos 1500 dólares, restando solo 700 dólares para la nueva compra.
“Hemos gastado casi 5000 dólares para poder comprarlo. No fue fácil porque hasta vendimias tuvimos que hacer en la comunidad para poder lograr todo el dinero”, expresó.
Calamidad
Durante el tiempo que estuvieron sin luz, los alimentos se dañaron, usar artículos eléctricos se volvió imposible y cargar los teléfonos se volvió una peregrinación, según indicó Ana Leticia Manaure, también habitante de la comunidad.
La ama de casa destacó que los primeros días optaron por ir llevar los productos que requerían refrigeración a casa de sus familiares. Sin embargo, no todos los vecinos corrieron con suerte, ya que algunas verduras o carnes se dañaron.
“Es una calamidad lo que tuvimos que vivir. Esto no se lo deseo a nadie”, expresó.
Vecinos hicieron repetidas solicitudes a través de la aplicación VenApp, pero hasta ahora, no obtuvieron los transformadores eléctricos prometidos.
Gracias a las oportunas diligencias, pudieron comprar otro transformador el cual ya fue instalado por parte de los trabajadores de Corpoelec. Para realizar estas labores tuvieron que comprar los fusibles, ya que la empresa no contaba con este insumo.
Sin mantenimiento
Un extrabajador de Corpoelec, destacó que las fallas ocurren porque los transformadores cumplieron su vida útil, razón por la cual debe ser reemplazos, para evitar que los mismos estallen.
Dijo que un procedimiento rápido para conocer el estado del transformador, era medir su aceite, ya que esto permite conocer si está sobrecargado.
“Esos equipos explotan porque su demanda es mucho mayor para cuando se instaló. Al haber mayor población el aparato se queda pequeño para el consumo que se necesita en la comunidad”, agregó.
https://cronica.uno/vecinos-en-tachira-compran-transformador-por-falta-de-respuesta-de-corpoelec/