DIARIO LA PRENSA DE MONAGAS
Unas 14 comunidades se unieron para cerrar la carretera nacional en Costo Arriba quemando cauchos desde las cinco de la mañana y por unas siete horas contínuas.
La gente reclamó la falta de agua, apagones continuos y la carencia de reductores de velocidad en las vías, lo que permitió que varias personas fueran arrolladas en la vía.
Indignados, la gente salió a protestar y en menos de 20 minutos el colapso en ambos sentidos de la carretera era evidente.
Entre las comunidades afectadas estaban vecinos de Costo Arriba, Aguas Claras, La Capilla, El Chispero, entre otras, quienes se amotinaron para luego prender en fuego las calles e impedir el paso vehicular.
Los camiones cisternas fueron secuestrados en la tranca. “No queremos más pañitos de agua tibia, no más camiones cisternas, queremos solución al problema del agua”, dijo Rosa Marín, vocera del sector.
Según los vecinos, los constantes apagones produjeron la quema de al menos cuatro bombas de agua y son más de 2.500 familias las que siguen pasando “roncha” en esta zona.
Aseguraron que las autoridades se han hecho de la vista gorda tras la situación, por lo que se hartaron de esperar y radicalizaron los reclamos durante toda la mañana de ayer.
El flujo vehicular se vio paralizado durante varias horas y los más afectados resultaron ser los camioneros y vehículos de carga pesada que salían a otros estados. Los carritos por puestos se pararon en la tranca y la gente comenzó a caminar de un extremo a otro para poder llegar a su destino.
Pasajeros provenientes de Miraflores, Quiriquire y otros sectores, caminaron con malestas en mano para atravesar los cauchos quemados y atravesar la tranca.
La mayoría prefirió cerrar los vidrios de los carros, encender el aire acondicionado y dormir durante un buen rato, mientras que otros pataleaban de la amargura.
Es importante señalar que no es la primera vez que este grupo de personas sale a protestar por la falta de agua y luz. Sin embargo, habían prometido volver a trancar de no obtener respuestas claras de las autoridades gubernamentales.
Por ahora las promesas volvieron a emitirse, pero la gente se resteó para dejar claro que no volverán a jugar con las calamidades por las que atraviesan. Piden respuestas a la Gobernadora.
